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Aire nocivo ahogaría a la capital antioqueña entre sus montañas

Pronostican que en el 2020, Medellín podría tener el nivel de contaminación de Beijing.

Diana Sofía Villa M.octubre 17 de 2016, 04:20 P.M.

Que el valle de Aburrá sea la región del país con el aire más maligno del país tiene tanto de cierto como de falso.

No obstante, la capital ha estado en la mira por las contingencias ambientales que se presentaron en marzo y abril de este año, pues el alto nivel de contaminantes obligó a las autoridades a tomar medidas de emergencia como la restricción a los carros particulares y la gratuidad del servicio del Metro.

Incluso, se ha anunciado la posibilidad de una nueva crisis que sería el resultado de condiciones meteorológicas.

La docente Myriam Gómez, directora del grupo de investigación Higiene y Gestión Ambiental del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, que ha evaluado la calidad del aire en Medellín desde hace más de 20 años, explicó que la calidad del aire se evalúa con base en varios parámetros que hacen referencia a gases como el monóxido de carbono, monóxido de azufre, compuestos orgánicos volátiles y, especialmente, lo que se conoce como material particulado.

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El material particulado son partículas diminutas que flotan en el aire y que al ser aspiradas pueden causar graves enfermedades a los seres humanos.

El tamaño de las partículas generalmente tiene el espesor de un cabello, que sería equivalente a 50 micras. Estas partículas no entran fácilmente al organismo humano, ya que los filtros naturales del cuerpo los retienen.

Sin embargo, las partículas que están por debajo de este espesor son las más dañinas y hay una en particular que es llamada ‘el asesino silencioso’ por las graves complicaciones que trae para la salud de las personas. La partícula de 2,5 micras (PM 2,5) es la que más preocupa a los científicos, pues es microscópica y llega directamente a los alveolos pulmonares.

(Lea: Aire nocivo ahogaría a la capital antioqueña entre sus montañas)

Eugenio Prieto, director del Área Metropolitana, confiesa que los niveles de PM 2,5 en el aire de Medellín son alarmantes. “Hay que contarle a la ciudadanía que no estamos bien, tenemos que mejorar mucho porque Medellín tiene unas condiciones topográficas que hacen que cuando se cierra por nubosidad, el material particulado se queda atrapado y esto puede ocasionar muchos problemas de salud”, agregó.

Prieto explicó que la situación se agrava en el valle por estar entre montañas. “Cuando las condiciones meteorológicas cambian tenemos más riesgo que cualquier otro territorio del país y en otras partes del mundo”, aseguró.

Por su parte, Gómez, explicó que pese al innegable peligro para la salud del aire de Medellín, en realidad no es posible determinar si la ciudad tiene los más altos índices de contaminación en el aire porque no hay reportes suficientes en las otras ciudades que permitan hacer una comparación ajustada.

“En Colombia, en la única ciudad donde se mide PM 2,5 es en Medellín. Entonces no hay datos comparativos. No obstante, nuestros datos de PM2,5 son alarmantes, superan hasta tres y cuatro veces el límite de la Organización Mundial de la Salud y están por encima de la norma colombiana”, afirmó.

Aunque no hay datos comparativos con otras ciudades de Colombia, la investigadora confirmó que los niveles de contaminación en Medellín pueden ser cercanos a los que se presentan actualmente en las ciudades reconocidas por su alta cantidad de polución como Ciudad de México y Santiago de Chile.

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“Si no cambiamos nuestros hábitos, los estudios apuntan a que en el 2020 el valle del Aburrá tenga los niveles de Beijing. Es un cálculo matemático y a más carros, más emisiones”, advirtió la investigadora. Esto significaría que las personas tendrían que usar tapabocas para exponerse al aire libre en las horas pico.

Y es que precisamente la polución de los vehículos es la que representa el mayor deterioro del aire, ya que el 80 por ciento de contaminantes en la ciudad es causada por las emisiones que generan.

Este desastroso panorama ha obligado a las autoridades a crear un plan de descontaminación del valle, que va en varios sentidos, como explicó Prieto, pues contempla un proyecto de construcción sostenible, producción y consumo amigable con el ambiente, plan de movilidad empresarial, reacción ante episodios de contingencia ambiental, integración del transporte público, asesoría al transporte de carga, reforestación arbórea y pacto común por la calidad del aire. Además se está gestionando un modelo de gobierno abierto para entregar información a la ciudadanía.

Diana Sofía Villa M.

MEDELLÍN

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