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Manuel Carvajal, un sinónimo de desarrollo y ejemplo de filantropía

El 15 de febrero se llevará a cabo un conversatorio y el lanzamiento de un libro sobre su vida.

El nombre Manuel Carvajal Sinisterra es sinónimo del crecimiento de una región.
Aunque el empresario, parte de una dinastía que ha puesto a Cali y a Colombia en el panorama del desarrollo empresarial, es recordado por las personas más cercanas a él como un ser humano de una virtud muy poco vista: saber escuchar.
Este lunes, cuando se celebren 100 años de su natalicio, este empresario, filántropo y buen amigo, que partió muy pronto con 55 años (1916-1971), recibirá un homenaje por parte de su familia y la comunidad caleña en la presentación de un libro escrito por el periodista y escritor Julio César Londoño con una investigación de la Universidad Icesi, el cual lleva por título 'Manuel Carvajal Sinisterra, una vida dedicada a generar progreso con equidad'.
A Manuel Carvajal le figuró asumir muy joven, con 23 años, las riendas de una empresa que su padre fundó en compañía de su abuelo y un hermano en 1904. En ese momento, este empresario todavía no terminaba sus estudios como bachiller, pero tras su posesión al frente de la firma familiar logró convertirla en la primera multilatina colombiana.
Quienes lo conocieron aseguran que Manuel fue un adelantado a su época, siempre preocupado por la empresa, por su crecimiento y por los empleados.
“Don Manuel era una persona extraordinaria; todas las mañanas llegaba a la empresa, y antes de llegar a su oficina iba a la planta y saludaba a los trabajadores.
“A todos nos llamaba por nuestro primer nombre; cuando su secretaria iba a entregarle su agenda y las visitas que tenía, siempre preguntaba si alguien de la planta lo necesitaba, para hablar con esa persona primero”, es el recuerdo que evoca Flor Bacca, una mujer de 81 años que trabajó 38 junto a Manuel Carvajal.
Durante los 33 años que este caleño estuvo a cargo de la empresa (1938-1971), la posicionó como la primera impresora y editorial de América Latina y amplió su campo de acción a la fabricación de muebles y elementos de oficina.
En 1953 importó la maquinaria para elaborar formas continuas, un producto totalmente nuevo en Colombia y que es una de las banderas de Carvajal.
En 1958 creó Publicar, para elaborar el directorio telefónico de Bogotá; en 1960 constituyó Editorial Norma, en 1961 creó la Corporación Gráfica de Puerto Rico, primera inversión internacional del grupo y en 1965, la División de Valores.
Combinó su actividad empresarial con el servicio público: fue ministro de Minas y Petróleos (1950-51) y de Comunicaciones (1967).
Cuando fue ministro de Minas (1950), creó la primera empresa colombiana de petróleos (Ecopetrol). Participó en la creación de la Corporación Autónoma Regional del Valle (CVC), el oleoducto del Pacífico, la Corporación Financiera, Fedesarrollo, la Maestría en Administración de Univalle, Industrias Puracé, Pulpapel, los Juegos Panamericanos de Cali y el Hotel Intercontinental.
“Era un católico aterrizado; a principios de los años 60, Manuel dinamitó el proyecto de la construcción de una catedral y convenció a los caleños de invertir en obras sociales.
“Canalizados a través de los centros parroquiales, los dineros de la catedral se convirtieron en colegios técnicos, microempresas, cooperativas, centros de salud, canchas deportivas y comisariatos que vendían drogas, alimentos y materiales de construcción subsidiados”, escribió Julio César Londoño en una columna que publicó en ‘El País’, de Cali.
Para Mérida Torres, quien fue su secretaria por ocho años, Manuel Carvajal era tan humano que, aun cuando se tratara de reprender, no infundía temor sino un respeto que sus empleados valoraban mucho. “Era una persona muy centrada. Era muy exigente y astuto para las investigaciones. El tiempo que estuve a su lado me permitió ver a un gran hombre”, cuenta la mujer de 81 años.
Etapa social
En 1960, Manuel Carvajal le propuso a su familia la creación de la Fundación Carvajal, la cual tuvo el 23 por ciento de las acciones de la empresa, y se enfocó en trabajar en favor de las clases más necesitadas.
En la actualidad, la fundación ha construido más de medio millón de metros cuadrados de viviendas de interés social, beneficiando en Cali a más de 100.000 personas de escasos recursos.
MIGUEL ÁNGEL ESPINOSA
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali.
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