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Una noche de 'maquillaje' para los cráteres de Bogotá

"Echándole color al enemigo", 'Bogotá me mata' denuncia el abandono de las vías capitalinas.

RAFAEL QUINTERO CERÓN
"@Bogotamemata Frente a mi casa hay un hueco ancho y terrible. Ustedes pintan el hueco y yo invito pola": @jueepucha
Son las 2:49 de una despejada madrugada en la calle 42 con carrera 14 en la capital. La brisa suave helada de esa hora lleva hasta la nariz, al mismo tiempo, la sensación de 11 grados de temperatura y el aroma de la pintura en aerosol Montana 94, usada por los miembros del grupo 'Bogotá me mata' para 'grafitear' un enorme cráter de pavimento resquebrajado al que le pintarán un diseño en homenaje al clásico juego 'Buscaminas' de los computadores.
La concentración de los cuatro artistas callejeros es total hasta que el ruido de una moto los sobresalta. Dos patrulleros de la Policía detectan que algo pasa en la calzada y quieren explicaciones. Daniel, vocero oficial del grupo, es el encargado. Se levanta su máscara - de una especie de payaso siniestro protagonista del juego de video Payday- y se acerca a los agentes. "Buenas. Somos del grupo 'Bogotá me mata' y estamos pintando los huecos de la ciudad", dice con marcado acento valluno mientras en su teléfono muestra algunas de las 'acciones' que han adelantado en las últimas tres semanas, cuando comenzaron con su plan de visibilizar el pésimo estado de las vías capitalinas. (Vea una galería de fotos del trabajo de estos grafiteros)
"¿Y ustedes les mandan estas fotos al hombre?", pregunta uno de los agentes de Policía, refiriéndose al alcalde Gustavo Petro. "Las publicamos en las redes y pedimos que nos manden huecos para intervenir. ¿Usted tiene Twitter, Instagram?", pregunta Daniel. "Claro", responde el uniformado, mientras en su teléfono inteligente busca la cuenta @bogotamemata en Twitter. Poco después de revisarla, agrega: "¿Y sí los tapan? Ojalá los tapen. Porque yo tengo muchos huecos para reportar. En la calle 26 hay bastantes. Bueno muchachos, eso es todo, que estén bien".
La moto de la Policía se enciende y los oficiales se alejan tranquilamente. Pero antes, de regalo, le han dado 'like' a la página de Facebook del colectivo que, en tres semanas, ya cuenta con más de 6.300 adeptos. El trabajo continúa sin sobresaltos hasta las 3:19 de la madrugada, cuando el nuevo rostro del hueco queda listo.
Y es muy difícil que no llame la atención: "¿Que en Bogotá no había minas?", está escrito a manera de título en color amarillo. Luego, hay un cuadrado que simula la vieja interfaz del 'Buscaminas'. Pero el detalle diferente está en una de las esquinas, donde fue dibujada una llamativa explosión con los colores de la bandera de la ciudad. "Quedó bueno. Vamos por el otro", dice Daniel. En segundos, son recogidas las plantillas, las pinturas y las maletas y no queda rastro alguno de la presencia del grupo de artistas anónimos.
Todos son Daniel, todos son 'Bogotá me mata'
@Bogotamemata, cirugía después que un bus me cerrara en bici por no coger un hueco, excelente iniciativa!!!!": @MoniCubillos
Un carro roto y un costoso arreglo en un taller. Un tobillo lesionado por un esguince. Una caída de cara mientras se paseaba en bicicleta o simple rabia por el pésimo estado vial de la capital. La mayoría de los 15 miembros que actualmente integran 'Bogotá me mata' tiene su propia historia con los huecos que los motivó a pertenecer al colectivo. En el grupo hay comunicadores, administradores de empresas, un abogado y, por supuesto, varios artistas gráficos avezados en el arte de la pintura callejera.
Pero no es una 'logia' cerrada. Cualquiera puede participar y la mecánica es sencilla. Si está cansado de algún hueco, tome una foto o, por lo menos, la dirección donde está ubicado. Luego publíquelo en Twitter con la etiqueta #bogotamemata o citando la cuenta @bogotamemata. Hasta hace poco, iban más de 50 huecos reportados por toda la ciudad. Todos están en lista de espera para ser maquillados.
Con la que se hizo esta semana, ya son seis intervenciones. Y comienza a las 2:05 de la madrugada en un apartamento del barrio Chapinero, en el norte de Bogotá, donde todo está listo. Muchas latas de pintura (hay al menos diez en una maleta, tras de un conteo rápido), las plantillas de cartulina gruesa con los moldes que se pintarán esa noche y las máscaras, elemento clave de la imagen de los integrantes del grupo, que evitan dar a conocer sus identidades: prefieren llamarse 'Daniel'.
Mejor dicho, todos son Daniel y todos son 'Bogotá me mata'. No hay identidades individuales ni siquiera con las máscaras. Cada uno usa la que quiere... o la que tiene más a la mano cuando se acerca una cámara de fotos o de video. "Queremos que la gente se nos una. Si alguien quiere salir a pintar con nosotros, bienvenido. Si alguien quiere salir a decir que 'Bogotá me mata' es invento suyo, no nos importa. Esta es una iniciativa de la ciudad y le pertenece a los ciudadanos que quieran hacer algo y colaborar con el tema", dice Daniel.
A su lado, Daniel organiza las 'identidades secretas': Además de la ya mencionada máscara sacada del videojuego 'Payday', hay dos de color verde e inquietante rostro carente de expresión y otra de color blanco, labios rojos y ojeras negras. Una especie de 'guasón' bogotano, grafitero y madrugador.
"Pero no se trata sólo un grupo de grafiteros. Queremos formar un colectivo de artistas de otras disciplinas para que se expresen de formas diferentes. Por ejemplo, que haya músicos que quieran cantarle a los huecos. También queremos que las autoridades vean esta protesta. Por ahora, no sabemos qué piensan ni el Alcalde, ni el IDU. Esperamos que cuando conozcan este trabajo vengan y tapen el hueco. Es más si (Gustavo) Petro quiere venir a pintar, bienvenido", dice Daniel... o mejor, uno de los cuatro danieles que se animaron a salir esa noche.
No todo puede salir del mismo bolsillo
"@Bogotamemata Deberían abrir un #bogotamemata solo de la 26 hacia el sur, Ahí si que no dan abasto": @alvaroalcuesta_
Son las 3:36 a.m. El parque de la 93, en el norte de Bogotá, es un desierto silencioso. El frío ya es penetrante. Son 10 grados de una noche de pocas nubes y muchas estrellas. Esta segunda intervención de la noche es quizá una de las la más elaboradas hasta el momento. El concepto: alertar sobre la presencia de un doble O.V.N.I. (Obstáculo Vial No Invisible). La tronera, acompañada por un pronunciado hundimiento de la calzada, fue encontrada casi por casualidad sobre la carrera 14,luego de descartar, dos minutos antes, un cráter que no se prestaba mucho para la intervención.
A las 3:44 a.m. el aroma de la pintura llena de nuevo el aire y el zumbido del aerosol es lo único que durante algunos instantes se oye en la solitaria calle. Poco a poco toma forma el título de la obra: "¡Ey! ciudado con el O.V.N.I" y del fondo del hueco emergen una especie de nave espacial y los coloridos tentáculos de un pulpo. El montaje es complementado con un cartel de un metro y medio de altura aproximadamente, amarrado con alambre a una señal de ' no parquear' cercana, donde se refuerza el mensaje y se publicita la cuenta de Twitter.
Todo este trabajo, sin embargo, no les sale barato. Menos si hace al menos dos veces por semana. Por ahora, todos los gastos salen del bolsillo de los 15 dolientes del grupo. Pero el objetivo, explican los 'danieles' es cambiar esa tendencia con una estrategia en dos fases: la primera paso será 'colgar' en internet algunas de las plantillas que usan en cada incursión para que cualquier bogotano pueda pintar los huecos de su barrio. El siguiente paso será buscar recursos o donaciones de pinturas, materiales o, incluso, de dinero. Los detalles de esta cooperación ciudadana serán ajustados y dados a conocer en los próximos días.
Amanece...
"El enemigo en cada andén, en cada esquina #BogotaMeMata Tocará echarle color": @bogotamemata
Son las 4:30 de la mañana de ese martes. Ya casi amanece. Es hora de guardar las máscaras y dejar que 'Daniel' vuelva a ser el ciudadano que a las 9 de la mañana asistirá a su oficina, se sentará frente al computador para cumplir su contratos como diseñador freelance o se acomodará en un aula de alguna universidad bogotana para asistir a una clase de administración de empresas.
Algunos, sin embargo, se rehúsan a dejar de inmediato a 'Daniel' y se lanzan a hacer un resumen, a través de redes sociales, de la jornada nocturna de decoración de cráteres. Al fin y al cabo es allí, en internet, donde más allá de los aerosoles, los madrugones y las máscaras, 'Bogotá me mata' se mantiene con vida.
RAFAEL QUINTERO CERÓN
REDACCIÓN ELTIEMPO.COM
rafqui@eltiempo.comEn twitter: @TheFugazi
RAFAEL QUINTERO CERÓN
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