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Bogotá

Medicina alternativa, la apuesta para bajar el consumo de drogas

La auriculoterapia es una técnica de la medicina tradicional china que consiste en estimular puntos de la oreja para equilibrar funciones corporales.

La auriculoterapia es una técnica de la medicina tradicional china que consiste en estimular puntos de la oreja para equilibrar funciones corporales.

Foto:Idiprón

Acupuntura, electroterapia y hasta yoga usa el Idiprón con los consumidores.

Óscar Murillo
Juliana Acosta viajó desde Ibagué hasta Bogotá a pie; venía de habitar la calle en esa ciudad. Llegó a la capital del país a hacer lo mismo. Sin embargo, fue en Bogotá donde, según cuenta, se volvió drogodependiente: “Pero ya no”, aclara con rapidez.
Ella hace parte de las cerca de 500 personas que mensualmente asisten de manera voluntaria a las sesiones de medicina alternativa que ofrece desde el 2016 el Instituto de Protección de la Niñez y Juventud (Idiprón) en cuatro de sus unidades distribuidas por la ciudad.
En estas jornadas, quienes hacen parte de los distintos programas del Idiprón –y que reportan un alto consumo de drogas– reciben sesiones de acupuntura, auriculoterapia, electroterapia, osteopatía y hasta yoga, según el caso. “Contamos con médicos especialistas en medicina alternativa china para que los muchachos con un nivel de consumo alto puedan empezar a contar con cierto apoyo con respecto a mitigar la ansiedad del consumo”, explicó Yvonne Aguilar, líder del área de salud del Idiprón.
Sin embargo, explica la funcionaria, estas acciones no operan de manera aislada, sino que hacen parte de un conjunto de medidas, como un acompañamiento psicológico. Para Adriana Mejía, médica de la Universidad de Caldas con maestría en medicina alternativa de la Universidad Nacional, lo que se busca con esta innovadora intervención es disminuir la ansiedad asociada al consumo de estupefacientes.
“Los síntomas de abstinencia son principalmente sueño, sudoración, sed, palpitaciones y mal genio. Esta ansiedad se controla a través de terapias que son la medicina china y la osteopatía”, expuso la experta, quien agregó: “Con esto se activan sitios del cuerpo específicos para que se produzcan neurotransmisores que empiezan a reemplazar a los neurotransmisores que activan las drogas”, sostuvo.
La acupuntura es una de las terapias más solicitadas en el Idiprón para mitigar el consumo.

La acupuntura es una de las terapias más solicitadas en el Idiprón para mitigar el consumo.

Foto:Idiprón

De acuerdo con la experta, quien además es una de las cinco profesionales de este tipo con las que cuenta el Distrito para la ejecución de este programa, el éxito de la estrategia radica en la voluntad del paciente y en que asista con juicio a las sesiones, que son una por semana y se ofrecen en los centros de atención del Idiprón del Perdomo, de la calle 32, el Oasis y Normandía.
Según los números de esta entidad, desde que opera esta estrategia se han llevado a cabo unas 2.785 sesiones de este tipo. Juliana Acosta, quien señala que ya no depende del consumo de bazuco, reconoce las bondades de la acupuntura y las otras alternativas usadas.
“Con esto claramente controlas las cosas, te neutraliza, es bueno y me ha servido mucho. Ya no pienso casi ni en salir a la calle, me da hasta pereza. Cuando dejas de consumir empiezas con esa depresión y te hundes más en el bazuco, pero con la terapia controlas esa ansiedad, puedes descansar y no pensar en eso”, narra la beneficiaria.
Pero no es la única. Andrés Felipe Contreras explica su experiencia: “Cuando entré tuve una recaída de heroína, y la medicina alternativa me ha ayudado a descansar, a pensar con claridad, a tomar buenas decisiones; me ayuda a dormir. Yo no conocía nada de esto y me gusta”, sostuvo el joven.
No obstante todos estos beneficios, asegura Graciela Polanía, profesional del área de salud del Idiprón, el consumo problemático de psicoactivos no solo se combate con intervenciones médicas. Por esta razón también funciona un equipo interdisciplinar complementario a la medicina alternativa.
“Este equipo pedagógico ha sido importante porque permite profundizar y entender cuáles han sido los contextos de vida para que ellos se relacionen con las drogas; desde el instituto no se piensa en el consumo de drogas de una forma binaria entre el sujeto y la droga, también se considera el contexto que lo determina”, concluyó.

¿Realmente funciona esta estrategia?

En el 2014 —a través del Centro de Atención y Justicia Juvenil (CAJJ), que era dirigido a menores infractores—, el Idiprón comenzó con la implementación de la medicina alternativa como herramienta para mitigar el consumo de estupefacientes y manejar estados emocionales negativos.
Dados los buenos resultados que se obtuvieron en ese entonces con la aceptación de los participantes, la entidad decidió realizar un ejercicio con 618 pacientes entre los 8 y los 30 años que asistieron a cuatro o más sesiones de medicina alternativa, entre el 2014 y el 2017, para analizar su relación con las sustancias psicoactivas.
“Hubo una disminución entre la cuarta y octava sesión del consumo diario de marihuana y cigarrillo, teniendo en cuenta que son las sustancias más consumidas, seguida de alcohol, perico (cocaína), tranquilizantes, pegante, bazuco y LSD; los consumidores de inhalantes como el popper, en la octava sesión suspendieron consumo”, arrojó la evaluación de la entidad.
Otra de las conclusiones de esa experiencia, que sirvió para sustentar la ampliación del programa a todos los jóvenes del Idiprón, fue que el bazuco y el pegante presentaron disminución en el consumo semanal y diario.
“En relación con la frecuencia de consumo de las sustancias, la marihuana y el cigarrillo mostraron una disminución en el consumo diario desde la octava sesión. De 173 pacientes que fumaban marihuana, 144 disminuyeron el consumo. Para el cigarrillo, de 112, 93 comenzaron a consumirlo menos”, se lee en el informe que realizó el Idiprón.
Óscar Murillo Mojica
EL TIEMPO
Twitter: @oscarmurillom
Escríbame a: oscmur@eltiempo.com
Óscar Murillo
icono el tiempo

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