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El niño Juan Sebastián Fuentes cumple 27 días desaparecido

Mil policías lo buscan. Autoridades están analizando 1.500 llamadas y 150 videos.

Más de 850 policías que buscan en todos los rincones de Bogotá y Soacha (Cundinamarca), 200 hombres de inteligencia que siguen pistas, 30 analistas que evalúan llamadas, videos, declaraciones y documentos, y ocho oficiales al mando de los equipos completan 27 días tras la pista del niño Juan Sebastián Fuentes Rojas.
El menor, de 2 años, desapareció el pasado 22 de diciembre, a las 11 de la mañana, en el municipio de Soacha. La última vez que lo vieron, estaba con otros dos niños, de 4 y 5 años, con quienes salió a la calle en el barrio Quintas de Santa Ana. Juan Sebastián estaba bajo el cuidado de su abuela, pero ella solo notó su ausencia a la 1:30 de la tarde, cuando lo buscó para darle el almuerzo. Durante cuatro horas recorrieron todos los rincones del barrio, y solo a las 5:30 de la tarde notificaron la desaparición a la Policía.
Desde ese momento se inició una maratón que ha incluido el rastreo de la red de alcantarillado del vecindario, operativos en calles de Soacha y Bogotá, una estrategia de comunicación en medios masivos, vallas electrónicas en puntos emblemáticos de la capital, divulgación de afiches y carteles en redes sociales y una circular amarilla para rastrear pistas en 190 países.
Ni la Policía ni las autoridades de Soacha y Cundinamarca han escatimado recursos para la búsqueda. La recompensa por datos que permitan pistas de su paradero va en 100 millones de pesos, de los cuales 50 millones los ofrece la Policía; 10 millones, la Alcaldía de Soacha, y 40 millones, la Gobernación de Cundinamarca. Disponer de ese dinero fue la primera decisión del gobernador, Jorge Rey, el día de su posesión, el primero de enero.
El afiche con la foto de Juan Sebastián ha estado en todas las redes sociales y en la página web de la Policía. En diciembre, en plena temporada de Navidad, la imagen del niño en tamaño gigante también fue publicada en la torre Colpatria, en el estadio El Campín, en TransMilenio y en otros puntos estratégicos de la ciudad. Hasta Cali, Barranquilla, Medellín, Villavicencio y Bucaramanga ha llegado la búsqueda.
Según el coronel José Miguel Correa Hernández, comandante del Departamento de Policía de Cundinamarca, quien ha estado al mando del operativo desde el primer día, se han recibido más de 1.500 llamadas que reportan haberlo visto en la calle del ‘Bronx’, en TransMilenio, en los centros comerciales y hasta en Estados Unidos. “Esas llamadas sirven para ir verificando y desvirtuando”, dice el oficial, que siente que la investigación va por buen camino.
Junto con las llamadas, se han tenido que verificar 150 videos recopilados en entornos cercanos al barrio donde desapareció Juan Sebastián. También hay un video de México en el que algunas personas creyeron ver, en un restaurante, a un niño parecido al de la foto del afiche.
Las hipótesis
Por protocolo, en estos casos la Policía no descarta de manera definitiva ninguna hipótesis, pero en el de Juan Sebastián algunas han comenzado a perder fuerza. Está prácticamente descartado, por ejemplo, que el niño se haya caído por una alcantarilla. Esa hipótesis se trabajó con fuerza en las primeras semanas, cuando la Policía descubrió una alcantarilla sin tapa en la zona donde vieron por última vez al menor de edad.
Son redes de alcantarillado de más de 30 años de construidas, de las que no hay planos. Con ayuda de expertos del Acueducto de la capital, se rastreó la tubería, con equipos electrónicos, hasta el río Bogotá. Esta semana los bomberos volvieron al lugar para despejar dudas. “Ya casi se descartó esta hipótesis”, explicó el coronel Correa.
También perdió fuerza la hipótesis de que una pareja que el día de la desaparición estaba buscando ropa en el sector se lo habría llevado. No la han cerrado por protocolo, pero la Policía no ha encontrado elementos que fortalezcan la teoría de que esa pareja, de la que incluso se publicaron retratos hablados, haya intervenido en la desaparición. También es débil la teoría de unas personas en motocicleta que estaban haciendo llamadas en el momento en que el niño se perdió en el barrio Santa Ana.
El flanco de investigación en países como México o Ecuador no es una hipótesis en sí misma. Migración Colombia confirmó que el niño no salió legalmente del país, pero la Policía no descarta que pueda haber sido sacado a Ecuador, Venezuela o México. “Lo que pasa es que no dejamos al azar ninguna información, para nosotros todo es valioso”, explica el coronel Correa. “Se ha llegado hasta allá con el fin de descartar”, agrega el oficial.
El posible rapto del menor es la hipótesis más fuerte. Y es precisamente el punto en el que los investigadores guardan silencio, porque prefieren mantener en reserva datos que son vitales para dar con el paradero del niño. Tampoco hablan de una posible retaliación por un ajuste de cuentas de familiares cercanos al niño.
Hoy, tras 27 días de búsqueda, la Policía tiene claro que hubo tres circunstancias que facilitaron la desaparición del menor y después dificultaron el trabajo de los investigadores para encontrar pistas certeras de su paradero.
La primera es que el niño salió a la calle acompañado de otros dos menores de edad, sin la supervisión de un adulto, en este caso la abuela, responsable del cuidado de Juan Sebastián. Pasaron 2 horas y media desde que se vio por última vez al niño y el momento en que la abuela descubrió que no estaba.
La segunda circunstancia es que al percatarse de la desaparición del niño la familia comienza a buscarlo por su cuenta y se demora 4 horas para reportar el caso a la Policía.
Esa situación, en concepto de los investigadores, le hizo perder a la Policía tiempo valioso para encontrar pistas cercanas a la desaparición que permitieran encauzar la investigación por el camino apropiado.
Y, finalmente, a la Policía todavía le causa desconfianza una falta de sinceridad de personas cercanas al niño, en las primeras horas. De eso la Policía no da detalles.
En los 27 días que han pasado desde que Juan Sebastián desapareció sin dejar rastro, Clara Rojas, la madre, no se cansa de repetir que su hijo está vivo y les ha pedido a los captores, en caso de que existan, que lo dejen en una iglesia o en un centro comercial. “Por favor, ya nos hicieron mucho daño, devuélvanme a mi hijo, ya no queremos seguir más con este sufrimiento”.
Y mientras la familia clama por su devolución, 8 oficiales siguen, las 24 horas del día, al mando de los equipos de investigación cuya misión es encontrar a Juan Sebastián. Esos equipos son de investigación criminal, inteligencia, el Gaula, Infancia y Adolescencia, operativos puerta a puerta, comunicaciones estratégicas e Interpol.
YOLANDA GÓMEZ T.
Editora Redacción EL TIEMPO
Escríbanos a yolgom@eltiempo.com
Twitter: @YolandaGomezT
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