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'No fue tan grave como se vio. No soy ningún asesino'

Así lo dijo Fabián Enrique Vargas, quien le disparó a agentes del Esmad. Arma empleada no era letal.

BOGOTÁ
La Fiscalía General de la Nación definía, en la noche de este martes, la situación jurídica de Fabián Enrique Vargas, el joven que le disparó a agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), el domingo primero de mayo, durante las marchas para conmemorar el Día de los Trabajadores.
Como Vargas se entregó voluntariamente –y se está comprobando si el arma que usó es de fogueo, es decir, no letal– técnicamente no estaba detenido, entre otras razones porque a su comparecencia ante la Policía tampoco se le había expedido una orden de captura.
“Se destacó a un fiscal para el caso y la Policía Nacional dispuso peritos e investigadores para determinar frente a qué delito nos encontramos, por cuanto que el arma que entrega, según nos informan los expertos en criminalística y balística, no es apta para causar daños físicos”, explicó Luis González León, director nacional de seguridad ciudadana de la Fiscalía General de la Nación. (Lea también: Arma que encapuchado entregó a Policía no es de fuego, sino neumática)
De hecho, aunque Vargas se encontraba este martes en las instalaciones del ente acusador, por su situación jurídica se podía marchar cuando él lo dispusiera.
Por otro lado, según expertos en la materia, si se comprueba que el arma que disparó Vargas no es letal –a lo que apuntan los hallazgos de los peritos– tampoco tendría que purgar una pena de prisión, puesto que solo se le podría imputar el delito de pánico, que según el artículo 355 del Código Penal, da para una multa.
A lo sumo, la única justicia que habría para quienes condenan el acto de Vargas, es que, además de la sanción, quede con antecedentes penales.
“El delito de pánico le va a implicar un proceso penal, poco importa que sea una pena de multa, porque son delitos contra la seguridad pública”, explicó Guillermo Mendoza Diago, exfiscal general.
El jurista agregó que en el hipotético caso de que Vargas pague la multa, tras el posible proceso que se le inicie por los hechos del primero de mayo, el joven estaría reconociendo su responsabilidad. “Le quedaría el antecedente, porque el Estado no puede recibir multas si no es sobre la base de que hay un tema que lo pueda responsabilizar”, señaló.
De acuerdo con Mendoza, este hecho pudo haber tenido peores consecuencias, debido a que los uniformados podrían haberle disparado con armas de fuego en defensa propia.
El mismo general Hoover Penilla, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, respaldó dicha afirmación.
“Esto pudo haber derivado en una situación muy lamentable, si alguien de los que estaba en la plaza de Bolívar o un miembro de la Fuerza Pública hubiera reaccionado pensando que se trataba de un arma verdadera”, dijo. (Vea: Los disturbios que empañaron la marcha del Día del Trabajo en Bogotá)
Por esta acción, el también exvicefiscal general Francisco José Sintura indicó que se le podrían tipificar al responsable delitos como el de amenaza. “Así el arma sea neumática y no cause daño mortal, sí se dio una amenaza contra los policías que estaban en la plaza de Bolívar”, explicó.
Esta imagen fue captada cuando Vargas apuntaba con el arma en la Plaza de Bolívar durante las marchas del 1.° de mayo. AFP
Disculpas públicas
“No fue tan grave como se vio. No soy ningún asesino y tampoco hago parte de ninguna banda criminal”, así presentó este martes sus excusas ante los medios de comunicación Fabián Enrique Vargas, tras su comparecencia voluntaria en la sede de la Policía Metropolitana de Bogotá.
De acuerdo con los uniformados, Vargas los llamó el lunes en la noche, indicando que comparecería ante ellos el martes en la mañana, por lo que no se pagarán recompensas a los ciudadanos que llamaron para dar información sobre su paradero. “No son viables, ya que él se presentó voluntariamente y buscó unos contactos desde el día anterior que llevaron a su presentación ante las autoridades de Policía Judicial”, afirmó el general Penilla.
Vargas es un joven de 26 años, reside en la localidad de Kennedy y no tiene un trabajo formal, sino que se dedica a oficios varios. Sobre las razones por las que disparó, indicó que había sido en un momento de excitación.
“Pido mis más sinceras disculpas a la Policía Nacional, al Esmad, a las personas que marcharon pacíficamente y a todo el mundo en general. Apunté a los uniformados porque la gresca era hacia ellos y por el momento del impulso me enceguecí. Quizás fue una estupidez”, afirmó Vargas.
También reconoció que su acción habría podido resultar con peores consecuencias. “Claro que sí, mi vida estuvo en riesgo porque me hubieran podido haber respondido con justa causa. Obviamente en ese momento no lo pensé”, aseveró.
Entre tanto, la ciudadanía, a través de las redes sociales, seguía condenando ayer la actitud del agresor y reclamaba sanciones más severas.
También están libres los otros vándalos
Aparte de la entrega voluntaria de Fabián Enrique Vargas, los otros siete vándalos que participaron en los desmanes del primero de mayo quedaron en libertad, esto a pesar de que rompieron el mármol del pedestal de El Libertador y que llenaron de rayones con aerosol los alrededores de la plaza de Bolívar; daños que el Instituto Distrital de Patrimonio (IDPC) avaluó en $ 50 millones y que se pagarán con dinero proveniente del bolsillo de los contribuyentes.
Solo una de estas siete personas, que fueron conducidas el domingo a la Unidad Permanente de Justicia (UPJ), fue judicializada por violencia contra servidor público y daños en bienes públicos, delitos con penas excarcelables.
Precisamente esto suscitó la discusión acerca de si se requiere más mano dura contra quienes dañan la infraestructura de la ciudad durante las protestas, de hecho esa fue una de las razones por las que se tipificó como delito el bloqueo de las vías vehiculares durante las manifestaciones.
“No se puede poner como tipo penal el vandalismo, eso sería una metáfora, pero sí se podría lograr que se aumenten las penas por los daños en bienes públicos si se hace por vandalismo. Eso sí debe tipificarse como se hizo con la obstrucción al transporte, que fue necesario hacerlo porque era la única manera de frenar ese problema, cada que había una protesta bloqueaban vías”, opinó el exfiscal Mendoza.
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