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'El colapso hace poco interesante a una ciudad'

Presidente de organización que trabaja por la transformación urbana habla de cómo 'curar' a Bogotá.

BOGOTÁ
Un pacto por la movilidad es para Jordi Hereu Boher, presidente de Identicity, una organización que busca transformar ciudades, es la clave para que una ciudad encuentre soluciones efectivas a corto y largo plazos. En entrevista con EL TIEMPO nos habló de algunos éxitos en Barcelona (España).
¿Cuál es su percepción de Bogotá?
Es una megápolis con muchos retos. El más importante, el de la movilidad, pues este le significa competitividad, calidad de vida, sostenibilidad y respeto. La movilidad dice mucho de la identidad de una ciudad, casi que es como un termómetro.
¿Bogotá está enferma?
Sí; tiene enfermedades, pero son curables. Precisa de soluciones estructurales y de urbanismo. No puede haber una mezcla desordenada y tampoco hiperespecializada. Creo que debe haber una reflexión de urbanismo desde el entorno metropolitano y municipal. Aquí por lo menos ya se está hablando de movilidad y no solo de circulación. Todo el mundo se mueve, no solo los carros y las motos. Hay que desplegar una estrategia global que involucre a todos los actores, a todos los agentes sociales que se mueven en la ciudad. Desde ya les digo que Bogotá tiene que cambiar todos los andenes, son inaccesibles para los peatones, y ni qué decir para los discapacitados.
¿Cuál fue la experiencia en Barcelona?
Concebimos la movilidad como un pacto ciudadano de cultura y civismo. Hay que sentar a todas las instituciones y a todos los actores en un sola mesa: particulares, motociclistas, peatones, víctimas, escuela, camioneros, a todos, y que a su vez estos se fijen metas y compromisos para una mejor movilidad. El colapso hace poco interesante a una ciudad. Si yo tengo que tardar tres horas para llegar de un sitio a otro, yo no voy a esta ciudad, no quiero perder parte de mi vida desplazándome.
¿Eso quiere decir que un metro no es la solución a los problemas de movilidad?
Definitivamente, el metro no será la varita mágica que ustedes buscan, es solo una gran y necesaria medida estructural, pero solo tiene sentido en el marco de una estrategia global de movilidad que haga posible la interconexión de diferentes redes de transporte de vías secundarias y terciarias.
¿Debe haber un trabajo compartido de ciudad región?
Claro. Es lo más importante. La movilidad no entiende de límites administrativos. Es un absurdo que haya ciudades en donde el límite administrativo de un municipio es también el límite de una obra de infraestructura. Hay que compartir intereses y también costos.
¿Pero lograr eso es difícil con tantos intereses?
No. Es tan simple como ponerse de acuerdo.
Uno de los temas de campaña es el de si el metro debe ser elevado o subterráneo. ¿Qué opina?
Lo primero es que por ser el metro un proyecto a largo plazo y para toda la vida no debe ser discutido en época electoral. Eso me parece preocupante.
El metro debe ser subterráneo por muchas razones, entre ellas calidad de espacio público en zonas estrechas de la ciudad.
¿Cómo se pudo concebir ese pacto en Barcelona?
La movilidad es cómo nos repartimos el tiempo y el espacio en una ciudad. Por eso no puede ganar el que más grite o el que más tiene poder. Nosotros logramos que más de 140 entidades fijaran metas, pero también compromisos.
¿Cómo? A través del diálogo. Por ejemplo, los taxistas pueden pedir zonas de reservas. El pacto sirve para canalizar las necesidades cuando hay conflictos.
Solo con que los motociclistas se pongan el casco se puede reducir un 50 por ciento el número de víctimas. Eso ya es valioso y se logra a corto plazo. La movilidad no es un capricho, es un derecho ciudadano.
La ocupación del espacio público y la delincuencia común han minado la movilidad peatonal, y ningún alcalde le ha podido dar solución. ¿Qué hacer?
La informalidad es un reto de todo el continente, precisa de medidas nacionales pero también de determinación local y de ejercer autoridad. En cuanto a la seguridad, el Alcalde se debe involucrar porque las calles son su problema.
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