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Enrique Peñalosa pide pensar en el futuro de la ETB

Preguntó si recursos deben invertirse 'en empresa de telefonía o en hospitales, colegios o vías'.

BOGOTÁ
Con la advertencia de que su gobierno aún no ha decidido si pondrá o no en venta la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), el alcalde Enrique Peñalosa les pidió a los concejales y ciudadanos pensar sobre el futuro de esta empresa de carácter mixto.
Lo hizo durante su primera reunión con medios de comunicación, en la que se le preguntó si contempla vender la ETB para invertir esos recursos en el ambicioso plan de obras que, según el propio mandatario, podría costar unos 25 billones de pesos, tomando en cuenta el metro, TransMilenio y las autopistas urbanas, entre otras.
“¿Cómo hay que invertir esos recursos (los de la empresa), que son de los bogotanos? ¿En una empresa de telefonía o en hospitales, colegios o vías? Es solo una pregunta, no hay decisiones tomadas”, señaló el mandatario. (Lea también: Peñalosa reevaluaría el diseño de troncal Boyacá y el modelo de aseo)
Peñalosa habló de la posibilidad de que la ETB sea operada por privados, y subrayó que “solo la operación. Los activos, como su infraestructura, seguirían en manos del Distrito”.
También se refirió al destino de la empresa pública de aseo, Aguas de Bogotá, y al modelo de recolección de residuos sólidos. Reconoció que no hay camino fácil para liquidarla en vista de que, además de ser operadores de aseo en la ciudad, también maneja varios acueductos en Cundinamarca y tiene sindicatos.
No obstante, criticó el costo y el impacto que Aguas de Bogotá tiene en las finanzas de la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAB) y dijo que “no hay nada más ineficiente que una empresa pública de aseo”, por lo cual no descarta subcontratar con privados.
Por otro lado, dijo que insistirán en la propuesta de terminar y usar una tubería paralela a los ríos Fucha y Tunjuelo, para verter las aguas contaminadas directamente en el río Bogotá, con autorización de la Corporación Autónoma Regional (CAR), mientras se construye la planta de tratamiento de Canoas.
En diciembre, el metro
Uno de los anuncios más importantes fue el de la licitación del metro pesado de Bogotá, que se abriría en diciembre de este año. “Estoy seguro de que revisar los estudios no tomará más de 3 o 4 meses”. Confirmó que considera alta la incertidumbre sobre los costos del proyecto subterráneo que la anterior administración diseñó, por lo que insistirá en un proyecto elevado.
Peñalosa ratificó que “no se puede confiar en que la ciudad podrá pagar un metro calculado con precios de hace dos años” y que hay que tener cuidado porque la mayoría de insumos son importados. Además, criticó la propuesta de dejar la primera fase de la primera línea hasta la calle 100. “¿Qué hay en la 100 con carrera 11? Nada. El metro así tiene un problema enorme de demanda de pasajeros”, anotó.
Para él, la propuesta de hacer un tranvía en la avenida 68 y la calle 100 no es suficiente. “Es un juguete muy bonito, pero no tiene capacidad”.
Por eso confía en que la propuesta de hacerlo elevado por la Caracas permite hacer una línea más larga y barata, porque requeriría menos estaciones al estar directamente conectada con TransMilenio.
Para él, el error en la planeación del proyecto metro es que una cláusula en los términos de referencia descartó las vías por donde pasa y por donde pasará TransMilenio. “Así, como ni por la Caracas ni por la 7.ª se podía hacer, entonces tocó por las carreras 11 y 13, y obvio que ahí no se puede hacer en superficie”.
Y sobre los estudios hechos por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) para la troncal en la avenida Boyacá –que no tiene estaciones ni carriles exclusivos entre la calle 39 sur y la calle 22–, dijo que desconfiaba de su calidad y que habría que rehacerlos. “Podría costar entre 30.000 y 40.000 millones de pesos por kilómetro, y creo que el traslado de la tubería madre no vale tanto como dicen”, dijo.
Ni toros ni San Juan de Dios
Frente a la posibilidad de restaurar el complejo hospitalario San Juan de Dios, aseguró que es importante conservarlo, “pero es demasiado costoso y los recursos son limitados”.
Y sobre el regreso de las corridas de toros a la plaza de Santamaría, dijo que le “sorprende el fallo de la Corte Constitucional porque nos obliga a usar una infraestructura, que es de los bogotanos, en algo que no les gusta. Debo acatar la orden, pero seré el primero en salir a marchar pacíficamente en contra de las corridas”.
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