¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

Víctimas del conflicto 'tejen' una nueva vida

Mujeres que han padecido la guerra en Colombia se convirtieron en nuevas empresarias de la moda.

Beatriz* creció viendo a su madre entre telas y agujas. Procuraba no perder la pista de cada movimiento que su progenitora hacía con su máquina de coser.
Los días trascurrían entre cortarle al pantalón, cogerle a las mangas de la camisa y ponerle los encajes a la blusa. Vivía en una finca en zona rural de Cáqueza (Cundinamarca) junto a sus hermanos y su padre.
Sin embargo, la tranquilidad de esta mujer terminó hace 14 años, cuando las esquirlas de la guerra alcanzaron su vereda y tuvieron que huir a Bogotá.
“Me vine por un evento que sucedió con mi familia. Éramos siete hermanos, mi papá y mi mamá. Inicialmente a mi papá le tocó quedarse; mi mamá se vino porque sucedió algo con mis hermanas”, lamentó Beatriz.
Lo que les sucedió a sus hermanas es algo que no quiso compartir, pero el resultado de lo que sea que haya pasado fue la muerte de una de ellas y el delicado estado de salud de otra.
“Después del evento desafortunado, una hermana quedó muy enferma y mi mamá se vino para salvarle la vida. Todos aquí empezamos a trabajar y mi papá se quedó en el pueblo, pero murió hace tres años, a raíz de todo lo que pasó, porque fue una experiencia muy dura”, dijo Beatriz.
Esta familia arribó al barrio Villamaría, de la localidad de Suba, y Beatriz no encontró otra opción que los hilos y las agujas para confeccionar un nuevo proyecto de vida.
Sin embargo, su trabajo no trascendía de los arreglos que le encomendaban sus vecinos y familiares. Lo suficiente para sobrevivir con sus dos hijos.
Hoy, gracias a un convenio entre el Ministerio del Trabajo y el Centro de Innovación para la Industria de la Moda Arturo Tejada (CIIM-ATC) esta mujer está reconstruyendo una vida que la guerra quiso arrebatarle.
Escalando sueños
El proyecto consistió en apoyar a 232 empresarios –90 por ciento mujeres– que han sido víctimas de la violencia y que tienen en la confección y el diseño una herramienta para sobrevivir.
“Cuando hablamos del proyecto les solicitamos a los beneficiarios que lo bautizaran y le pusieron Escalando Sueños”, explicó Arturo Tejada, coordinador de esta iniciativa que, además de apoyar con maquinaria, los guío en la construcción de una visión para desarrollarse económica y socialmente.
“Muchas de ellas no tenían proyecto de vida; confeccionaban porque tenían que comer, porque necesitaban el sustento, pero les mostramos la visión y el negocio para que pudieran ser competitivos”, explicó Tejada.
El alcance de este proyecto, que promovió el Ministerio del Trabajo como una acción que exige la nueva Ley de Víctimas, se desarrolló de septiembre a diciembre de 2015 y vinculó a 108 personas de Bogotá, 26 de Medellín, 50 de Ibagué y 48 de Cali.
Los empresarios que fueron seleccionados contaban con experiencia en el sector de la confección, el 60 por ciento de ellos tenían más de tres años, como Beatriz.
Lo que se realizó fue un diplomado que incluyó actividades de formación en diseño, desarrollo de producto, ofertas comerciales en línea de ropa infantil, femenina, deportiva e incluso sábanas, cojines y ropa de dotación en cocina, peluquerías, uniformes, etc.
Adicional al diplomado, se ofreció un entrenamiento comercial personalizado que mejoró las habilidades empresariales de los beneficiarios.
“Nos visitaban en nuestros talleres, en nuestras casas y nos enfocaban en técnicas para coser y nos enseñaban lo último de la moda para estar a tono con las exigencias del mercado”, explicó Beatriz.
Las 232 unidades productivas que hicieron parte de este proyecto duplicaron sus ganancias y la calidad de sus productos.
“Yo antes hacía los arreglos que me pidieran mis familiares, vecinos y amigos. Ahora tengo un sueño. Quiero especializarme en ropa para dama, pero no me importa la cantidad. Quiero hacer prendas de mucha calidad, porque así puedo vender a un mejor precio”, apuntó Beatriz.
Según los números de este proyecto, si todos los participantes vendieran la capacidad productiva que tienen hoy, la cifra alcanzaría 2.400 millones de pesos.
“Van cerca de los $ 500 millones vendidos –explicó Arturo Tejada–, pero lo más importante es que estas mujeres tienen una nueva visión del negocio. Ya no es cómo hago el diario, sino que es una proyección, una manera diferente de pensar y de proyectarse”, finalizó.
* El nombre se cambió por petición de la fuente.
ÓSCAR MURILLO MOJICA
Redactor EL TIEMPO ZONA
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO