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Los niños son los más afectados tras inhalar humo

Decenas de familias han sufrido las consecuencias de la densa nube de humo causada por el incendio.

Miguel Daza corre de camilla en camilla en la unidad de pediatría del hospital San Blas. En cada una trata de calmar a sus cuatro hijas, afectadas por la inhalación de humo en el barrio La Selva (localidad de San Cristóbal).
En el suroriente de Bogotá, el incendio forestal de los cerros siguió afectando a los pobladores. El joven padre aseguró que el martes tuvo que pedir permiso para salir del trabajo, luego de que su esposa le comentara que las niñas se sentían mal, no podían respirar y tenían náuseas.
“Las llevamos a la ambulancia que ha estado en el barrio. El médico me dijo que dos de las niñas (gemelas de 7 años) estaban mal y que era mejor llevarlas al hospital”.
Apenas llevaba algunos minutos con sus hijas en el centro asistencial cuando su esposa lo llamó de nuevo: las otras dos niñas, de 9 y 4 años, presentaban síntomas similares.
Miguel regresó a su vivienda, ubicada en uno de los lugares habitados más cercanos al incendio que desde el lunes consume las montañas (al menos 18 hectáreas) de la ciudad. “Allá no se puede respirar, uno de adulto aguanta, pero los niños no. Hay mucho humo y la maleza está muy reseca”, expresó Miguel.
El traslado de sus cuatro hijas se dio el martes en horas de la noche. Pero el problema de esta familia no acabó ahí, pues el miércoles el hijo menor también fue remitido al cuidado de los médicos.
Según Jairo Bonilla, referente de pediatría del hospital San Blas, “es mejor que el niño permanezca bajo observación médica en un sitio seguro, alejado del humo y la ceniza”.
Como esta familia, son varias las que han sufrido las consecuencias de la densa nube de humo. Desde su ventana en el conjunto San Jerónimo del Yuste, Gladys Beltrán veía cómo las llamas cesaban, pero el humo persistía. La mujer tuvo que entrar a sus dos perras, que dormían en la terraza de la casa, al ver que estaban tosiendo. Dentro del hogar, el olor a rama quemada le decía que nada se puede escapar del humo.
“Hoy amanecí con dolor de garganta y de ojos; ni estando en la casa se va la humareda. Muy molesto”.
Unas cuadras hacia el norte, en el colegio Jorge Soto del Corral (localidad de Santa Fe), la afectación fue parecida.
Desde el patio de la institución se podía observar el trabajo de los bomberos en el cerro, y las clases fueron acompañadas por el ruido de los helicópteros que portaban agua para combatir las llamas. Los alumnos usaron tapabocas aun dentro de los salones, se crearon zonas de hidratación y se restringió toda actividad física al aire libre.
Juan Ángel Beltrán, rector del plantel educativo, aseguró que el aire, aunque menos dañino que el del martes, seguía siendo contaminante. “Seguimos en alerta amarilla, aunque para mí, ayer (martes) debió ser naranja porque el hollín podía verse en el aire. Muchos padres de familia han optado por dejar a sus hijos en casa; otros no pueden hacerlo porque no tienen quién los cuide”, aseveró.
Según el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias del Distrito, al menos 11 pacientes fueron valorados y 9 de ellos fueron remitidos a centros asistenciales. Entre ellos, los hermanitos Daza, que ayer en la noche seguían en la unidad de pediatría sometidos a inhaladores y nebulizaciones, mientras pasa el peligro y pueden volver a su casa en la parte alta de San Cristóbal.
Llamado a aumentar el número de bomberos
Desde el Concejo distrital se hizo un llamado para revisar las condiciones de operatividad y cantidad de bomberos disponibles para Bogotá. Según el cabildante Sergio Cardozo (Mira), el Distrito tiene un déficit evidente en hombres disponibles, pues por el tamaño y la población de la urbe debería haber 8.000 bomberos, pero solo hay 550. En cuanto a las estaciones, Cardozo indicó que se necesitan 70, en contraste con las 17 que hoy existen.
El tema de la maquinaria también fue mencionado, toda vez que la ciudad cuenta con 45 de estos aparatos contra incendios, cuando la necesidad es de 80.
El concejal solicitó más destinación de recursos para mejorar las condiciones y aumentar la capacidad de respuesta.
Gina Paola Chávez
Reportera de Citynoticias 
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