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La tradición de cocinar con fuego de leña se está apagando

Esta actividad afecta la salud de las personas y genera problemas ambientales.

CUNDINAMARCA
Prácticamente, desde que el hombre aprendió a dominar el fuego y a entender que los alimentos se cuecen con el calor que se genera al quemar la madera, se podría decir que comenzó el uso de la leña como combustible para cocinar.
En Colombia aún se conserva este método tradicional en ciertas regiones como Vaupés, Amazonas o Caquetá, pero en Cundinamarca, por ejemplo, la tendencia a cocinar con leña ha ido desapareciendo en los últimos años, y en su lugar ahora está el gas.
Actualmente, en el departamento, casi 40.000 hogares tienen instalada la red que proporciona este combustible.
De acuerdo con Uriel Mora, secretario de Minas y Energía de Cundinamarca, para el 2011, de los 116 municipios, 51 ya tenían el servicio de gas. Durante los últimos cuatro años se han instalado más redes en otros 50 municipios, y se espera que a finales de este año se integren a la red los 15 faltantes. En total, 58.000 hogares lo tendrían.
Las instalaciones de estas redes de gas se han hecho en el área urbana de los municipios, en donde residen aproximadamente 1’800.000 personas; no obstante, en la zona rural, donde hay casi 870.000 habitantes, estas conexiones de gas no se han construido, solo hay ofertas de gas en cilindros.
Por ello, en estas zonas que no están urbanizadas es más frecuente encontrar casas que aún cocinan, e incluso calientan sus hogares, al fuego de la leña.
A raíz de lo anterior, hay un proyecto de ley que está marchando en el Congreso de la República y busca que los hogares ubicados en las zonas rurales del país, que por lo general tienen condiciones socioeconómicas más vulnerables, puedan acceder mediante subsidios al sistema de gas natural domiciliario.
Efectos en la salud
Estudios realizados por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) o la Organización Mundial de la Salud (OMS) han concluido que los componentes químicos que expulsa el humo de la leña al quemarse afectan el sistema respiratorio de las personas.
De acuerdo con el doctor Carlos Torres Duque, de la Fundación Neumológica Colombiana, las enfermedades respiratorias que están más relacionadas con la exposición a la leña son la infección respiratoria aguda –de la que se desarrollan bronquitas, bronquiolitis o neumonía– que se presenta en los niños de 1 a 4 años, y la conocida Epoc, enfermedad pulmonar obstructiva crónica que desarrollan adultos mayores de 40 años.
Lo más preocupante es que la infección respiratoria aguda es la primera causa de muerte de los niños en el mundo.
En Cundinamarca, por ejemplo, el 50,9 por ciento de los menores de 1 año murieron por neumonía en el 2011. Para el doctor Torres, es evidente que estas muertes tienen una relación clara con los efectos del humo de la leña, pero aclara que pueden presentarse otros factores, ajenos a la quema de leña, que ayuden a desarrollar este tipo de enfermedades respiratorias.
De otro lado, en los adultos, la Epoc es la tercera causa de muerte en el país, según la Fundación Neumológica Colombiana. En un estudio realizado para el 2011 por la Gobernación de Cundinamarca, basado en las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud, en el departamento unas de las mayores causas de mortalidad se dio por enfermedades del sistema respiratorio, afecciones del sistema digestivo o del sistema urinario y deficiencias nutricionales, entre otras.
Degradación de bosques
Uno de los factores que posibilita la deforestación es la explotación de bosques para obtener leña. Y este es la segunda razón para evitar que en Cundinamarca continúe esta actividad tradicional.
Según cifras de la Gobernación del departamento, en los últimos 10 años, el 87 por ciento de los bosques se han destruido y parte de su deterioro se debe a la obtención de leña para las áreas rurales.
Por ello, este método puede que se acabe en los próximos años, pues los esfuerzos del Gobierno, apoyándose en argumentos como la afectación a la salud y al ambiente, se encaminan a apagar esta tradición.
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