¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

LOS TEMIBLES HIJOS DE SADDAM

Ciudadanos fieles, amigos de la Revolución, llegaremos al martirio de ser necesario con tal de rechazar la presencia sionista del subnormal presidente de Estados Unidos(...) es él y su familia quien debe abandonar el poder .

Ciudadanos fieles, amigos de la Revolución, llegaremos al martirio de ser necesario con tal de rechazar la presencia sionista del subnormal presidente de Estados Unidos(...) es él y su familia quien debe abandonar el poder .
La contundente frase pronunciada por Uday Hussein, el primogénito de Saddam y, otrora su preferido, fue la primera respuesta del régimen iraquí al ultimátum de 48 horas, en el que el presidente George W. Bush conminó al mandatario iraquí y a sus hijos a exiliarse o atenerse a las consecuencias .
Saddam, Uday y su hermano, Qusay, son objetivo de la Operación Libertad de Irak que debe asegurarse de que ninguno de ellos quede en el poder. Washington considera que los tres miembros del clan Hussein no sólo de-ben ser anulados, sino juzgados por un tribunal internacional para que respondan por varios cargos, entre ellos el de crimen contra la humanidad.
Fiel copia
El viejo adagio de que hijo de tigre sale pintado , no puede ir más de acuerdo que en este caso. Ambos, Uday y Qusay, comparten con su padre el gusto por el dinero, la buena vida, las mujeres y el tabaco. Además, son impacientes, desconfiados y brutalmente despiadados , como lo afirma Kenneth Pollak, analista del instituto Brookings, un centro de pensamiento en Washington.
Una afirmación que corrobora Con Coughlin en su libro La vida secreta de Saddam Hussein, cuando relata que ambos hermanos presenciaron, desde un Mer-cedes blindado, cómo soldados de las fuerzas especiales combatieron durante 13 horas con sus cuñados, Saddam y Hussein Kamel, a quienes el presidente iraquí ordenó asesinar por haber solicitado asilo en Jordania.
Los hermanos Kamel habían regresado tres días antes a Bagdad bajo la promesa de que sus vidas serían respetadas. Incluso fueron condecorados.
Cuando los Kamel murieron, ambos, Uday y Qusay, se bajaron del auto para aplaudir y gritar ante los vecinos: Esperamos que el espectáculo haya sido de su agrado .
Derroche y desgracia
La adolescencia de los hermanos Hussein estuvo llena de lujos y de una laxitud disciplinaria que en su época le fueron negados al padre. Y el que más sacó provecho de su condición fue Uday.
Mshan Jabouri, un confidente de Saddam, que desertó en 1995, cuenta que a los 14 años Uday comenzó su colección de Ferraris, Mercedes y otros autos de lujo. Decenas de ellos le dijo Jabouri a The Washington Postcopan los garajes de varios palacios presidenciales construidos por Saddam .
El primogénito de Hussein, de 39 años, y quien se hace llamar Abu Sarhan , un eufemismo árabe que describe al zorro, es una de las figuras más polémicas e impopulares del régimen iraquí no sólo por su carácter violento sino porque es visto -incluso por su padre- como el más corrupto del régimen.
Y es a raíz de esos excesos que Uday cayó en desgracia. El más significativo de esos episodios ocurrió cuando, a pedido de su madre, Sajida Tulfah, Uday asesinó al guardaespaldas de Saddam, Kamel Hana Geogeo, por acolitarle a éste la relación amorosa con Samira, una rubia que se convirtió, ese año -a finales de 1989-, en la segunda esposa del Presidente iraquí.
En una fiesta con su guardia personal, Abu Sarhan armado con un bate de beisbol golpeó a Geogeo hasta matarlo. Pero Saddam, que se había mostrado hasta entonces comprensivo con los excesos de su hijo, no soportó la muerte de su guardaespaldas. Lo denunció públicamente y ordenó que fuera procesado por asesinato.
Además lo despojó del cargo de presidente del Comité Olímpico y de jefe de la federación de fútbol iraquí, que ostentaba desde 1984.
El escándalo tuvo un eco internacional que perjudicó al Gobierno por lo que los cargos contra el díscolo hijo tuvieron que ser retirados. Uday fue enviado al exilio en Suiza del que volvió poco después para reconciliarse con su padre.
En agosto de 1999, cuando Uday se recuperaba de las heridas de un atentado que lo dejó parcialmente inválido en 1996, Saddam pasó otro trago amargo al descubrir que su primogénito era el responsable del desvío de un cargamento de leche destinado para alimentar a niños iraquíes. Abu Sarhan también desvió a sus cuentas secretas en Suiza va-rios millones de dólares provenientes de la venta del petróleo. Uday es una verguenza para el país y el más corrupto de los corruptos , dijo Saddam al descubrir los manejos turbios de su hijo.
Hoy, el primogénito vive prácticamente en la sombra. Aunque tiene una silla en el parlamento, la mayoría del poder que antes detentaba lo ha perdido. Tan sólo controla los medios de comunicación iraquíes y, en esta guerra, su padre ni siquiera lo tuvo en cuenta cuando dividió la defensa del país en cuatro frentes.
Ajedrecista
La desgracia de Uday fue aprovechada por Qusay para acercarse a su padre. Y con la misma sutileza y el cinismo con que Saddam se abrió paso dentro de su partido, en el Gobierno y en la política, Qusay fue escalando posiciones.
Hoy, es el cerebro del aparato militar y de la inteligencia iraquí, que incluye a la temida Guardia Republicana y que aglutina a los hombres más fieles al régimen.
La discreción, la sutileza de sus movimientos y el adoptar un bajo perfil , no sólo le han servido para ganarse el apodo del señor serpiente sino para recibir honores y asumir, progresivamente, el papel de heredero.
Papel que pareció confirmarse después de 1990, cuando su padre le concedió el honor de presidir varias de las reuniones del Consejo Nacional de Seguridad.
Qusay, de 34 años, logró purgar el aparato de seguridad del Estado, que había perdido su norte bajo la dirección de Uday. Esa purga, en la que no le tembló la mano para enviar a la muerte a los que llamó corruptos y traidores a los ideales de la revolución , conquistó a Saddam, que en una ocasión afirmó: Quien se enfrente a Qusay encontrará en él al más feroz enemigo. Esa cualidad inspira mi plena confianza en él . Por eso en esta nueva batalla contra otro miembro del clan Bush, Hussein no dudó en designarlo el guardián de Bagdad y de su natal Tikrit. El sabe que Qusay se hará matar antes de capitular , afirma Kenneth Pollak, del Instituto Brookings.
FOTO/Archivo EL TIEMPO
Uday (izq.), Saddam (centro) y Qusay (der.) son objetivo de la Operación Libertad de Irak , que debe asegurarse de que ninguno de ellos quede en el poder.
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO