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QUE PASA SI HUGO CHAVEZ PIERDE

La derrota de Hugo Chávez Frías acabaría con el temor de un posible gobierno radical y autoritario, y, en teoría, le devolvería al establecimiento económico y político la tranquilidad y la confianza. En el práctica, sin embargo, el resultado apuntaría en otra dirección. Durante cuatro décadas, los venezolanos han comprado falsas promesas a sus políticos tradicionales. Hoy se sienten engañados. Ante un desenlace negativo, las clases populares, defensoras de la candidatura de Chávez, saldrían a la calle a defender, por la fuerza, lo que consideran un triunfo incuestionable de su líder. De hecho, los seguidores de Chávez han constituido comités de vigilancia en la mayoría de barrios populares de Caracas y en otras ciudades venezolanas, con la intención de defender la victoria . A sus integrantes se les distingue por sus brazaletes y boinas rojas, con la imagen del candidato impresa en colores blanco o amarillo. Si Chávez pierde como resultado de alguna acción inducida, Venez

Redacción El Tiempo
Hugo Chávez, el candidato más opcionado para ganar la presidencia de Venezuela el próximo domingo, sólo tiene dos salidas -si bien extremas- para sacar a Venezuela de su actual estado de agobio y postración.
Un primer escenario refleja la tendencia más clara del actual proceso electoral: el inevitable arribo de las clases marginadas al poder. Desde hace tiempo no se habían sentido tan cerca del sistema. Esta vez, a diferencia de las anteriores, lo han hecho por convicción personal y no por instrucción de los viejos caciques políticos.
Este hecho, sin embargo, puede conducir a una lucha entre seguidores por disputarse posiciones de honor en el gobierno. Chávez resuelve, entonces, gobernar con este círculo e ignorar a quienes se opusiesen a su campaña o manifestaron indiferencia frente a sus planteamientos.
Así las cosas, los ministerios y puestos claves en la administración se entregan a los acompañantes más leales. Chávez se defiende diciendo que, como así ha sido siempre, por qué él no.
Su primer paso en firme es convocar aun referendo que, a su vez, da lugar a una Constituyente, encargada de reformar la Constitución y a transformar el Estado. Chávez cierra el Congreso y abre el camino a una nueva campaña política, para definir los puestos del nuevo órgano deliberativo.
Los agarrones entre partidos y facciones afloran de nuevo. O sea, los mismo con las mismas , según el analista político Michael Rowan.
Chávez intenta cumplir sus primeras promesas de dotar a los sectores más desprotegidos de vivienda y atención en servicios. Pero descubre que no hay dinero en las arcas públicas: ni en el Ministerio de Hacienda, ni en Pdvsa, la empresa estatal petrolera.
La capacidad creditica en los organismos multilaterales es nula. Peor aún, Chávez no cuenta con la amistad ni el apoyo de Estados Unidos, cuya influencia puede mover montañas , como lo vio recientemente el presidente Andrés Pastrana, durante su visita estatal a Washington.
Además, la incertidumbre ahuyenta definitivamente a los inversionistas internacionales. La economía entra en paro cardiaco, y todos miran a Chávez en busca de respuestas. El no las tiene. Acorralado, habla de un complot nacional e internacional para derrocarlo. Insiste, sin embargo, que terminará su período. Las fuerzas militares se declaran en alerta total, mientras que Chávez concentra el poder en sus manos y se retira a lo que Rowan llama el nuevo búnker de Miraflores .
La visión optimista
Un escenario menos sombrío emerge cuando Chávez, después de celebrar el seis de diciembre su victoria, se convence que debe invitar a sus enemigos para que le ayuden a emprender con éxito la nueva y difícil tarea de redimir a Venezuela. De hecho, en los últimos tres días de campaña, ha estado invitando a académicos, intelectuales y profesionales de todas las corrientes a sumarse a su proyecto.
Pero el supuesto es que sorprende a todos al escoger a brillantes y reconocidos personeros y colaboradores de partidos tradicionales cono Acción Democrática, Copei y Convergencia, el partido de Rafael Caldera. Todos, sin embargo, son contrincantes políticos suyos. Pero el hecho es que tiene a su disposición a los mejores especialistas petroleros, fiscales, económicos y políticos. Y el equipo logra convencerlo de que el país debe marchar por la senda de la globalización, la inversión extranjera y la creación de riqueza en el sector privado, es decir, ideas que contradicen algunas de sus más profundas convicciones.
El país logra duplicar su crecimiento, crear tres millones de empleos y triplicar el ingreso de los desvalidos. La reacción no se hace esperar: la bolsa se dispara, Wall Street aplaude, el país recibe abundantes ofertas crediticias, el desempleo baja, Chávez reduce los impuestos, nuevos inversionistas extranjeros hacen cola, y el petróleo reduce su papel de protector de la economía.
Es decir, el milagro prometido en su campaña -de liberar a Venezuela del yugo de la injusticia, el abandono y la pobreza- finalmente se da.
En estas condiciones de renacimiento material y espiritual, su plan de la Constituyente pasa sin problemas en el Congreso y hasta los ricos lamentan no haber votado por él en las elecciones de diciembre de 1998.
Pero qué camino tomará finalmente Chávez? Nadie lo sabe. La única verdad es que, sin consenso, Venezuela no llegará muy lejos. Y la situación actual -de polarización entre ricos y pobres, corruptos y supuestos redendores- es demasiado compleja para acercar tan enconados enemigos. La única esperanza es que así como Copei, Acción Democrática y Henrique Salas Rmer colgaron sus sables para, juntos, derrocar a Chávez, de la misma manera éste puede lograr el imposible de hacer que las dos venezuelas que hereda vuelvan a mirarse a los ojos.
Hoja de vida
Hugo Rafael Chávez Frías nació en Sabaneta, estado de Barinas, el 28 de julio de 1954. Es hijo de Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías de Chávez (ambos maestros). Tiene cuatro hijos: Rosa Virginia, María Gabriela, Hugo Rafael y Rosinés. Egresó en 1975 de la Academia Militar de Venezuela, con el grado de subteniente y el título de Licenciado en Ciencias y Artes Militares.
Después fue profesor de estudios superiores. En las Fuerzas Armadas alcanzó el grado de teniente coronel (comandante). Realizó la maestría de Ciencia Política en la Universidad Simón Bolívar, tesis por terminar. Fundó el Movimiento Bolivariano y, más tarde, el Movimiento V República, y es coautor del proyecto de gobierno de esta organización política. En 1992, encabezó un golpe de Estado y fue puesto preso por dos años. Salió amnistiado en 1994.
Redacción El Tiempo
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