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EL SALTO DEL BICICRÓS

Cae la tarde y comienza la nostalgia. A la pista de bicicrós de la Unidad del Salitre solo asisten los de siempre, los fieles practicantes de un deporte que hace menos de diez años arrancaba sonrisas en Colombia y que hoy paga el precio de la indiferencia. Y pensar que a comienzos de los noventa las medallas de oro y los títulos mundiales llegaban en avalancha.

Cae la tarde y comienza la nostalgia. A la pista de bicicrós de la Unidad del Salitre solo asisten los de siempre, los fieles practicantes de un deporte que hace menos de diez años arrancaba sonrisas en Colombia y que hoy paga el precio de la indiferencia. Y pensar que a comienzos de los noventa las medallas de oro y los títulos mundiales llegaban en avalancha.
El bicicrós parecía la eterna fuente de la felicidad. Gracias a la infinidad de categorías infantiles y juveniles (14), establecidas por edades y que comenzaron para niños de 6 años. 16 campeones mundiales en cinco años era el descrestante balance. Pero la feliz sensación terminó en el país cuando, paradójicamente, esta disciplina fue elevada de status.
En 1996 la Unión Ciclista Internacional lo sujetó a sus normas y decidió que para los campeonatos mundiales, cada año, solo habría dos categorías en juego: juveniles (16 y 17 años) y mayores (18 a 30 años). Se acababa, así, con la feria desmedida de medallas. En especial, para muchos niños que primero aprendieron a montar bicicleta que a leer.
A partir de ahí se perdió la figuración. Germán Medina, uno de los pioneros en Colombia de este deporte, al lado de Juan Carlos Carbó, suelta el primer argumento. Al cambiar las reglas y dejar solo dos medallas mundiales el bicicrós se volvió más exigente y competitivo. Los que ganan son profesionales, y en Colombia no los hay. Como sucede en muchos deportes el círculo vicioso se creó: los triunfos no regresaron, los medios de comunicación se alejaron y la empresa privada dejó de patrocinar .
El mejor testimonio lo da Santiago Silva, campeón de cuatro títulos mundiales en las categorías 7, 8, 9 y 13 años. Cuando uno tiene 6 años no es consciente de un título mundial. Lo toma como una carrera más. A los 9 ya fui más consciente .
Como ya no había títulos mundiales para todos, muchos niños vieron cortadas sus alas. La reacción de los padres de familia fue dejar de apoyar a sus hijos. Era un conflicto para un pequeño no poder cumplirle al papá , comenta Cecilia Romero, presidente de la Comisión Nacional de BMX.
Hoy, el panorama del bicicrós -en el mundo este deporte se llama BMX- no es alentador. En Colombia sobra la calidad humana, pero la falta de patrocinio estancó un proceso que cogía vuelo desde que Cochise Rodríguez trajo la primera bicicleta de este tipo al país hace 20 años. Para colmo de males, la muerte de Mario Soto, en enero de este año, fue el freno de mano al terreno ganado. En el 2000 fue campeón mundial en cruceros elite en Argentina, y en Estados Unidos había sigo elegido el novato del año.
Mario era uno de esos talentos raros. No solo era el ídolo colombiano, sino era reconocido mundialmente. No me imagino hasta dónde hubiera llegado, pero sí más lejos de los mejores de la actualidad , confiesa Medina.
El bicicrós comenzó a abonar de nuevo el terreno. Entramos en las categorías del ciclo olímpico. Acabamos de participar en los Bolivarianos e iremos a los Suramericanos. La meta es llegar a estar en unos Olímpicos , es la confianza de Romero. El camino no es fácil. Pero el bicicrós colombiano espera volver a dar esos saltos que siempre ha merecido.
BMX EN CIFRAS
1 título orbital en mayores ha dado Colombia. El honor fue para el barranquillero Juan Carlos Carbó, en el Mundial de Melgar-95.
2 tipos de modalidades existen en cada categoría. Se definieron por el diámetro de las ruedas de la bicicleta: la de 20 pulgadas y la de 24 pulgadas.
7 campeones más tuvo Colombia en el Mundial de Melgar-95, todos en categorías menores.
8 paradas nacionales componen el torneo colombiano: Cali (11 de octubre), Calarcá, Manizales (diciembre), Antioquia (febrero del 2002), Bogotá (marzo), Ibagué (mayo), Norte de Santander (junio) y Chía (julio).
13 categorías existían los juveniles hasta 1996, cuando la UCI sólo dejó dos: juveniles (17 y 18 años) y elite (18 en adelante).
14 pistas reconocidas por la Comisión Nacional de BMX existen en Colombia. En Bogotá hay cuatro.
400 metros tiene de longitud una pista de bicicrós.
600 bicicrosistas colombianos están inscritos en la Comisión Nacional de BMX.
Silva, presente y futuro
Santiago Silva es un bogotano de 19 años y es el mejor bicicrosista colombiano del momento. En el escalafón BMX del mundo está en la casilla 35. Ya sabe lo que es ser campeón mundial, con los títulos en las categorías de 6 años (1988), 7 años (89), 8 años (90) y 13 años (95).
Ha sido campeón continental (Argentina-1991), campeón de la Raza (Medellín-1993), plata en 20 pulgadas y bronce en 24 pulgadas, en Juegos Nacionales (Boyacá-2000), subcampeón mundial juvenil (Argentina-2000) y plata en Juegos Bolivarianos (Ecuador-2001).
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