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EL CERRO HUAIKA: IMÁN DE OVNIS

El cerro se llama Huaika, en recuerdo de una princesa indígena, dicen los campesinos del lugar. Antes de Colón fue llamado por los muiscas La Puerta de Los Dioses y después de la Conquista los españoles lo denominaron El Cerro de las Lucecitas Danzantes, porque constantemente veían luces voladoras que jugaban en el aire alrededor de la cumbre, cuentan algunos gomosos de este cerro.

Se trata de una elevación de la cordillera, que domina el valle entre Tenjo y Tabio (Cundinamarca) y para muchos aficionados al fenómeno ovni se trata de una puerta dimensional. Nada más y nada menos que la entrada a otras regiones del universo, un lugar de alta concentración energética en el que naves de otros planetas se apostan para hacer vigilancia de la tierra.
Muy cerca de ese cerro, en la finca Balcón de la Loma, comenzó el sábado el Encuentro Internacional del Fenómeno Ovni que culmina hoy. Previamente a este encuentro se realizó el Congreso Internacional Ovni durante la semana pasada en Bogotá.
Allí estaban, entre el sábado en la noche y el domingo en la madrugada, unas 130 personas -en su mayoría jóvenes profesionales- que afirmaban que su principal objetivo no era exactamente avistar ovnis sino prepararse mental y espiritualmente y lograr contactos telepáticos con los extraterrestres.
Sin embargo, la posibilidad de lograr un avistamiento no estaba totalmente descartada. Según lo que sé, con seguridad hoy no veremos nada. Mañana, quién sabe , afirmó William Chávez Ariza, director de Contacto Ovni (entidad organizadora del evento).
Chávez afirma haber tenido encuentros cercanos de tercer tipo con seres extraterrestres allí mismo, en el cerro Huaika, en 1994. Eran unos seres de un metro con veinte centímetros y de apariencia cristalina , afirma.
Con él estaban Dante Franch y Fabio Zerpa, quienes también dicen haber tenido encuentros presenciales con tripulantes de las naves y hasta viajes interplanetarios. A estas personas se las llama contactadas en el medio de los aficionados al tema ovni y sus relatos están llenos de detalles sobre visitas a Ganimedes, una luna de Júpiter y mensajes de paz y sabiduría de los extraterrestres.
Sin embargo, entre los distintos contactados hay reservas grandes a la hora de creer todo lo que dicen los demás sobre sus encuentros personales. Mientras alguno cuenta su historia los gestos de los otros muestran mucho de incredulidad y los comentarios en voz baja hacen circular preguntas cargadas de escepticismo.
Qué pasa en Huaika
Se crea o no en las comunicación espiritual con extraterrestres e independientemente de la credibilidad que cada quien le pueda dar a las historias de los supuestos contactados, hay una conclusión innegable: desde hace años en el cerro Huaika ocurren cosas extrañas con luces y ovnis.
Esa afirmación se basa en el testimonio de campesinos nacidos en la región, trabajadores, aficionados el fenómeno ovni y escépticos al mismo. Todos los entrevistados, sin excepción, manifestaron haber sido testigos de distintos hechos anormales en el cerro.
Así por ejemplo, entre Luis Obando, capataz de la finca donde se realizó el encuentro y Fernando Moreira, uruguayo que ha filmado en una estancia de su país distintos objetos luminosos que asume son ovnis, terminaron contando a dos bocas y cuatro manos un fenómeno del que ambos fueron testigos en distintos momentos de su vida.
Se trata, según la narración de Obando y Moreira (quienes acababan de ser presentados), de una luz color naranja con forma esférica que se ubica muy cerca de la cumbre. En un momento dado la bola se fracciona en dos pedazos que se convierten cada uno en una esfera más pequeña. Después ambos objetos ejecutan una suerte de danza para terminar fundiéndose nuevamente y desapareciendo detrás de la montaña.
Esta fue una entre muchas otras historias de naves que ingresaban al cerro como si fuera de mantequilla y luces inmensas que alcanzan a iluminar algunos sectores de la falda y se quedan fijas durante minutos para luego desaparecer del cielo a una velocidad espectacular.
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