¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

De suculenta factura

A diferencia de otras formas artísticas, el teatro necesita de la interpretación. El asunto tiene tanto de largo como de ancho, porque si los directores y actores capturan el espíritu del autor, y trasmiten la esencia del original, pueden incluso sublimar una obra.

Pero cuando no se consigue el mínimo nivel
aceptable sobreviene el desastre o, lo que es peor, se
bordea esa mediocridad que suele ser bastante común.
Por estos contornos, pocas veces se lleva a escena un clásico con tanto
respeto por la intención y por el lenguaje del autor, y a la vez con tan
acertada dosis de innovación y de amenidad para el público contemporáneo,
como ocurre con la versión de El atolondrado, de Molière, que se presenta
por estos días en la Casa del Teatro Nacional. La primera obra del
dramaturgo y actor cómico francés llega de la mano del director argentino
Ricardo Beherens, quien, a través de una acertada adaptación y sabrosa
revisión en clave de clown, obtiene un resultado sobresaliente con cinco
actores que interpretan a siete payasos que, a su vez, recrean los
principales caracteres del original y robustecen la hilaridad del equívoco.
Valga destacar la marcación precisa que, sin embargo, no produce las aristas
antipáticas de las direcciones obvias al revestirse de una sutileza que, sin
menoscabar la vivacidad, le confiere al desarrollo de una trama disparatada
y crítica un permanente aroma a libertad en la creación de los personajes.
La puesta sugiere esa frescura que debía de ser la tónica en las obras que
llevaba el autor, cómico de la legua, a la provincia francesa y que por su
genialidad, punzante hondura y astucia dramática solazaban a todos los
públicos.
El desempeño de un elenco, sobre todo equilibrado, completa el plato fuerte.
Andrés Aramburo, Orlando Valenzuela, Daniel Rocha, Rafael Zea y Luz Estrada
apoyan sus chispeantes actuaciones en la limpieza de unas vocalizaciones que
incluyen la cómica recreación de los sonidos ambientales; en una gestualidad
con intención y en la agilidad, casi coreográfica, que acentúa la atmósfera
circense. Aplausos para la iluminación, escenografía, música incidental y
vestuario, cuya función es redondear sin excesos una producción brillante
que, además del pertinente acercamiento a un clásico, permite la carcajada,
por un texto ocurrente y bien dicho, disfrutar de la picardía de la comedia
barroca y gozar un espectáculo poco común en términos de ingenio y de finura.
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO