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LAS RADIONOVELAS, UNA ILUSIÓN DEL PASADO

A Priscila Padilla hacía tiempo que la comezón por los videos la venía picando.

Redacción El Tiempoabril 25 de 1996, 12:00 A.M.

Algunas realizaciones caseras, uno que otro trabajo para televisión, quizás hojas y hojas llenas de lo que podrían ser exitosos guiones, hacían parte de esa vida que había destinado a la cámara y el libreto.

Una comezón que la picaba, que la hacía moverse de un lado para otro, que la empujaba y sacaba de casillas y que, a fin de cuentas, la entusiasmaba de raíz.

Siempre me interesó el mundo de las radionovelas, me parecía interesante hacer algo sobre todo lo que significaron y sobre la vida de quienes participaron en ellas , asegura esta joven realizadora colombiana, quien recibió el premio a mejor guión en un taller organizado por la Fundación Social el año pasado.

Esta noche la gente verá su trabajo, Ilusiones de radio. Y, posiblemente, recordará ese pasado de nombre Kalimán o el Derecho de nacer, dos de las radionovelas más importantes del género y gracias a las cuales el mundo de las ilusiones atravesó las puertas de los hogares y, entonces, solo bastó tener un par de pilas Eveready, un radio-transistor y mucha imaginación, para recrear las historias románticas que expulsaba cada emisora en las mañanas.

Novelas en a.m.

Era el primer taller de guión que realizaba la Fundación Social y allí había gente de Argentina, Brasil, Perú, Paraguay... trabajábamos sobre la base de hacer documentales y así fue como nació el tema de las radionovelas , asegura.

Y es que a Priscila Padilla este mundillo siempre le había gustado.

Por eso, estando en el taller, que dirigía entonces Juan Camilo Jaramillo, le metió hombro al asunto y desempolvó sus anhelos escribiendo un guión sobre radionovelas.

El resultado: Ilusiones de radio, un documental dramatizado en el que viejas glorias de las novelas radiales recordaron su paso por las emisoras.

En medio del documental dramatizado, actores y actrices como Fabio Camero, Silvio Angel y Erika Krum revivieron ese oficio que se colaba en las cocinas de las amas de casa, en las grabadoras de las señoras, en el radio estéreo de fulanita de tal .

Y así, como fantasmas, como ilusiones, fueron apareciendo el dedo chirriando sobre el globo para simular las puertas de las casas del terror, o las manos galopando sobre una mesa para imitar el trote de un caballo alazán, o las latas de aluminio movidas a todo dar para igualar los truenos de una tarde tormentosa.

Una gran nostalgia, sí, nostalgia de lo que vivieron , anota Priscila Padilla sobre ese reencuentro de viejas glorias en la película en video Ilusiones de radio, que hace poco se transmitió por Señal Colombia gracias a la iniciativa de Colcultura.

Fue difícil porque hubo que reconstruir muchas radionovelas. No se sabe por qué, pero muchas de ellas fueron quemadas o borradas y actualmente es muy difícil encontrar copias u originales de ellas , explica Padilla.

La otra película en video que se presentará esta noche en la Cinemateca, Simón y su oruga, fue escrita por Juan José Lozano y tuvo como director general al cineasta Felipe Aljure.

La entrada es con invitación.

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Redacción El Tiempoabril 25 de 1996, 12:00 A.M.