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HISTORIAS DE TERROR EN EL PALMAR

El Palmar, un gigantesco predio de más de 2.500 hectáreas, retumba en la mente de los sanonofrinos como sinónimo de muerte. (VER MAPA: ZONA DE INFLUENCIA PARAMILITAR EN SUCRE)

LETICIA FORERO Enviada especial de EL TIEMPO
El Palmar, un gigantesco predio de más de 2.500 hectáreas, retumba en la mente de los sanonofrinos como sinónimo de muerte.
(VER MAPA: ZONA DE INFLUENCIA PARAMILITAR EN SUCRE)
La hacienda, a 20 minutos de San Onofre (Sucre), por una carretera destapada en la vía que conduce a El Rincón del Mar, está ocupada hoy por un pelotón de infantes de marina. Las autoridades comenzaron días antes de Semana Santa una serie de excavaciones en busca de desaparecidos de los que, según se comenta en el pueblo, no han vuelto a tener noticia desde que Rodrigo Mercado Pelufo, Cadena , llegó hacia 1997 y sembró días y noches de terror en este caluroso pueblo de 50.000 habitantes.
Este es uno de los 5 sectores de San Onofre -uno de los municipios más extensos de Sucre- donde se concentra la mirada de la Fiscalía, que comenzará en los próximos días una titánica labor para secar una extensa laguna ubicada al costado derecho del predio, a pocos metros de la entrada, con algo más de tres metros de profundidad, flores de loto y bordeada de maleza y pastos que sirven de alimento a un puñado de animales.
En ese cuerpo de agua, según testimonios entregados por pobladores a las autoridades, Cadena , Marco Tulio Pérez, El Oso , Uber Bánquez, Juancho , y los más de 600 hombres que comandaban en los municipios de la extensa planicie sucreña y Los Montes de María, echaron a buena parte de las víctimas de su imperio de terror -campesinos, habitantes del casco urbano, cualquier otro que se opusiera a sus designios y hasta hombres que estuvieron a su servicio-. "Pobladores cuentan que después de mutilar a la gente, los delincuentes los echaban como alimento a caimanes que tenían allí", reconocen investigadores.
Por eso, el propósito de abrirle con dinamita brazos a la laguna para desocuparla es comprobar si esos testimonios son reales o parte de las leyendas que se han tejido alrededor de El Palmar. "Un caimán no es capaz de digerir completamente a un ser humano. Si es cierto que tiraban los restos deben estar en el fondo, pero esa es solo una hipótesis más de las que hay, ninguna se descarta", coinciden investigadores. Los animales, dicen algunos, habrían sido sacados a ciénagas cercanas en un intento por borrar las huellas de estos crímenes. Las autoridades intentan establecer la veracidad de este episodio, que habría ocurrido a finales del año pasado o comienzos de enero, cuando -Cadena- comenzaba a sentir muy cerca la presencia de la Fuerza Pública y buscó contactos políticos en el departamento para salir hacia Santa Fe de Ralito (Córdoba), en donde se concentró con los paramilitares en diálogo con el gobierno Uribe (ver nota anexa).
Historias que espantan
Esta no es la única historia de espanto que se cuenta sobre este predio que en sus mejores épocas fue una importante hacienda y hato ganadero, y que hoy tan solo tiene un indígena como cuidandero de tres potreros, que suman apenas 21 hectáreas, y algunas reses.
Al menos cuatro enormes cauchos con más de medio siglo de existencia, el establo y las caballerizas habrían sido escenario de crímenes, violaciones y otros vejámenes a los que Cadena , El Oso -enjuiciado por homicidio y concierto para delinquir y preso en la cárcel de máxima seguridad de Valledupar- y Juancho -prófugo de la justicia- habrían sometido a sus víctimas.
Según relatos de habitantes, hombres y mujeres por igual eran amarrados a los troncos para ser torturados mientras que las caballerizas sirvieron de improvisada tumba a algunos de los desaparecidos. No obstante, las excavaciones a más de dos metros de profundidad que hicieron expertos de la Fiscalía en 6 de los 8 cubículos equinos no permitieron hallar un solo resto humano, aunque sí sacaron a la luz dos cuerpos con más de tres años de sepultura en uno de los potreros que conforman la hacienda.
Otros son buscados por un equipo de investigadores de las fiscalías de Cartagena, Sincelejo y Barranquilla, que trabajan de la mano con la Infantería de Marina y otras autoridades para esclarecer lo ocurrido.
Mito o realidad de la pesadilla que padeció San Onofre durante una década y que apenas comienza a salir a flote? Solo las investigaciones dirán la verdad sobre el horror que ronda El Palmar, un horror que incluso se siente al pisar su suelo y que comenzó en los 80, cuando su propietario, Pedro Renals Chaves, fue asesinado por un allegado, según la investigación, para apoderarse de ella.
El dominio en el Golfo
Al final, dicen autoridades militares, policiales y judiciales, fueron narcotraficantes que fungían de paramilitares al mando de Cadena , El Oso y Juancho los que se quedaron en el terreno y sus dueños tuvieron que refugiarse en otra ciudad. "Había campesinos, mujeres, trabajadores humildes. En la sabana sucreña no había guerrilleros, estos se concentran en otros municipios y en la zona montañosa de Los Montes de María, aquí mataban solo por matar, a quien tenía dinero, porque no pagaban vacuna o por negarse a vender a precio de huevo sus terrenos", explican autoridades allegadas a la investigación. Según las mismas fuentes, Cadena , que hizo parte de las Convivir, comenzó a ofrecerles seguridad a ganaderos ricos para combatir a reductos de las Farc; luego convirtió a los hacendados en sus víctimas con el robo de ganado, explosión de sus fincas y cobro de vacunas hasta que se alió con traficantes del interior para hacerse al dominio del Golfo de Morrosquillo y garantizarles seguridad y embarque de cargamentos de cocaína al exterior.
"Aprovechan los extensos manglares para ocultar las lanchas y gasolina, las zonas vírgenes para enterrar droga, tienen campaneros en todo el recorrido y camuflan el transporte de droga con el de ganado para sacarla en lanchas rápidas y permitir el ingreso de armas", sostienen fuentes oficiales.
Con el tiempo, reconocen autoridades sucreñas y nacionales, Cadena y sus compinches extendieron su mano tenebrosa por municipios de influencia en el Golfo, el canal del Dique y Los Montes de María como Tolú, Toluviejo, Coveñas, San Antonio de Palmito, Ovejas, Chalán y hasta en Sincelejo. En áreas urbanas y rurales de San Onofre, Cadena y sus hombres eran amos y señores. No solo secuestraban de sus casas en las noches a personas que jamás volvieron a aparecer, sino que impusieron el cobro de vacunas . Negocios grandes y pequeños, tiendas de barrio, carretilleros, mototaxistas y hasta las madres comunitarias tenían que pagarles cuota.
La desprotección oficial absoluta y la zozobra que reinaron en San Onofre por casi una década aún se sienten en el pueblo, que no obstante expresa menos temor desde comienzos de año, cuando la Infantería de Marina incrementó la persecución de Cadena , El Oso , Juancho y sus hombres e instaló un puesto de soldados campesinos que hoy le permite a la población dormir más tranquila. La presencia de la Fiscalía también generó un espacio de confianza que hoy hace posible denunciar.
La que sí sigue viva es la desconfianza en las autoridades civiles locales (ver nota anexa). Por eso hoy, dicen analistas sucreños, en San Onofre se vive una revolución importante. Según ellos, la gente se cansó de los paras y por eso se organizó, ya no quiere saber de ellos y está dispuesta a expulsarlos con ayuda de la Policía, la Infantería y la Fiscalía. Este despertar, agregan, se dio por la ofensiva de las autoridades.
Como sea, hoy no hay una cifra cierta sobre los desaparecidos en la región de Los Montes de María. Tampoco hay certeza de lo ocurrido en la hacienda El Palmar ni se sabe cuántas personas están sepultadas allí. La Fiscalía reconoce que en los dos últimos meses algunos pobladores de San Onofre han dejado el miedo y comenzaron a denunciar (hay al menos 30 casos de desapariciones y homicidios puestos en conocimiento de las autoridades, pero los habitantes hablan de al menos 2.000 víctimas). Aunque el hallazgo de 40 restos de cadáveres en fosas en los alrededores de ese municipio revela la magnitud del drama que vivió, la cifra de muertos también es un misterio. Inclusive, algunos podrían estar en otros municipios.
Denuncias en la OEA
Según dijo el pasado miércoles en Cartagena el director nacional del CTI, coronel (r) Héctor Darío Castro, el número de víctimas podría pasar del centenar. Y sentenció que estos crímenes no quedarán impunes. Los investigadores enfocan la búsqueda no solo en El Palmar sino en otros predios señalados por habitantes como Las Melenas, que también, según fuentes oficiales, sirvió de campamento a hombres de Cadena y El Oso ; incluso hay denuncias que apuntan a que bajo un platanar en Moquén (corregimiento de Tolú) habría un cementerio. "Esto es una tragedia para el pueblo sucreño, afortunadamente se descubrió y ojalá sigan las investigaciones", dijo el gobernador, Jorge Anaya.
Parte de estas denuncias ya llegaron a oídos de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA -encargada de verificar si se están cumpliendo los compromisos adquiridos por los paramilitares en diálogo-. El pasado jueves tres delegados de la organización internacional llegaron a San Onofre, reunieron a la población en la plaza central y tomaron nota de sus denuncias. Ante esa comisión y oficiales de la Infantería de Marina, y frente a más de un centenar de pobladores, un campesino de 76 años curtido por el sol y con la pobreza reflejada en su rostro les advirtió a los delegados internacionales: "Aquí todavía no hay seguridad. El pueblo está de luto y todavía hay gente de corbata blanca amenazando y asesinando".
carfor@eltiempo.com.co
FOTO/ELTIEMPO
- En esta laguna, situada en una finca de San Onofre, podrían estar los cuerpos de varias de las víctimas de los paramilitares que operan en buena parte de los municipios de Sucre.
- Una misión de la OEA se desplazó a la zona el jueves pasado para conocer de primera mano las denuncias de los pobladores.
LETICIA FORERO Enviada especial de EL TIEMPO
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