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EL ASCENSO DEL SEÑOR DE LAS GAVIOTAS

El pasado 4 de septiembre, seis días después de que el Bloque de Búsqueda del cartel del Norte del Valle incautó el hotel Las Gaviotas Fly Inn -considerado uno de los más lujosos del Eje Cafetero-, Germán Gómez Orrego, su gerente y propietario, envió una carta a EL TIEMPO donde relataba que le habían dado un golpe a una empresa levantada prácticamente con las uñas.

El pasado 4 de septiembre, seis días después de que el Bloque de Búsqueda del cartel del Norte del Valle incautó el hotel Las Gaviotas Fly Inn -considerado uno de los más lujosos del Eje Cafetero-, Germán Gómez Orrego, su gerente y propietario, envió una carta a EL TIEMPO donde relataba que le habían dado un golpe a una empresa levantada prácticamente con las uñas.
En esa ocasión, la Policía aseguró que una investigación había establecido que los dineros con que se adquirió y construyeron esa y otras 43 propiedades -avaluadas en 25 mil millones de pesos- provenían de actividades relacionadas con el narcotráfico. Más exactamente de recursos de Wílber Alirio Varela, Jabón , uno de los jefes del cartel del Norte del Valle.
"Señor Director de la Policía, señor coronel (Oscar) Naranjo mí no me vengan a hablar de narcotráfico, de lavado de activos, no me hablen de mafia... muéstrenle al país una sola prueba que esto es dinero del señor Varela...", dice la carta.
Y esta semana las autoridades, en su criterio, creen haber encontrado esas pruebas.
Por ello, el pasado miércoles, hombres de la Dirección Central de Policía Judicial (Dijín), enviados desde Bogotá, capturaron a Gómez Orrego en la carrera 15 entre calles 11 y 12, en pleno centro de Armenia.
La Policía Judicial asegura que Gómez Orrego es "uno de los principales hombres de confianza, testaferro y lavador de activos de la organización liderada por Wilber Alirio Varela".
Según la investigación -desarrollada tras la ocupación del hotel-, los recursos con que Gómez Orrego construyó el complejo, de 73 habitaciones, pista de aterrizaje, fábrica de aviones y centro de convenciones son de Varela.
"El estaría encargado del manejo de una importante parte de la fortuna acopiada por Varela", se asegura en un informe de la Policía. Incluso, fuentes de la institución aseguran que en ese hotel en varias oportunidades se reunió Varela con algunos de sus socios.
Lavaba aviones
Pero, quién es este hombre que empezó con una pequeña empresa de bicicletas y llegó a tener una fábrica de aviones ligeros con éxito en el mercado internacional?.
Según la carta de Gómez -nacido en Armenia hace 42 años-, desde pequeño quiso estudiar aviación, pero no pudo. "Ingresé a la universidad local y repartía mi tiempo entre el trabajo, el estudio y hasta en ocasiones lavando aviones en el aeropuerto de Pereira...", recuerda.
"Trasegué mi vida en diferente negocios -dice-, fabriqué bicicletas con éxito, las exporte, fabriqué muebles y hasta fui el único fabricante de textiles en toda la historia del Quindío".
Posteriormente, y tras recuperarse de las pérdidas del terremoto del Eje Cafetero (1999), invierte en la compra y venta de bienes rurales, hasta que compra los terrenos en que hoy está el hotel Las Gaviotas, en La Tebaida, a unos 15 minutos del aeropuerto de Armenia.
"Comencé el proceso de liquidación de mi anterior empresa, algún dinero quedo y así comenzó la empresa Glass Aircraft de Colombia, una empresa que es orgullo de la ingeniería colombiana, segunda empresa fabricante de aviones en materiales compuestos en Suramérica... Hemos trabajado desinteresadamente en nuestro país con el Gaula, el Ejército, en la lucha antisubversiva aún a riesgo de la vida de nuestros pilotos", dice.
Para algunas personas de La Tebaida, Gómez es un empresario que generaba empleo y se preocupaba de sus trabajadores.
En Armenia, algunos entrevistados recuerdan haberlo visto poco en círculos sociales o económicos, y dicen que no hacía ostentación de su fortuna. Incluso, personas vinculadas con la economía y la alta sociedad del Quindío dicen que él es "alguien pudiente", pero inmediatamente hacen la salvedad de que no han tenido relaciones con él.
La investigación de la Dijín dice haber establecido que el complejo Las Gaviotas se creó con un capital del que hasta el pasado viernes no ha justificado su origen ni su incremento.
Sin embargo, Gómez Orrego en su carta afirma que su propiedad no vale ni valdrá nunca los 10 millones de dólares que afirman las autoridades. "No existe un piso que cueste más de 15.000 pesos el metro; no existe una lámpara que cueste arriba de 40.000 pesos; no hay construcción tradicional, se hizo todo en formaletas tipo interés socia", asevera en la carta.
Hoy, mientras Gómez está recluido en un calabozo de la Dijín en Bogotá, Las Gaviotas, ahora bajo la administración de la Dirección de Estupefacientes, tiene sus puertas cerradas. Tres días antes de su incautación, la noticia corrió por toda Armenia y cuando la Policía llegó, encontró desmantelado el complejo, sin camas ni enseres.
FOTO:
EL HOTEL Las Gaviotas, que ha sido considerado una de las joyas turísticas del Quindío, permanece bajo la custodia de las autoridades.
Archivo / EL TIEMPO
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