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HERNANDO SANTOS CASTILLO TAMBIÉN FUE UN TORERO

La actual feria de Bogotá se denominó Temporada La actual feria de Bogotá se denominó Temporada Hernando Santos Castillo , en honor de quien fuera uno de los más fervientes taurinos, defensor a capa y espada de la fiesta brava y gran benefactor de ella. Fue apoyo y guía de novilleros y toreros, además de valiente y entusiasta aficionado práctico. Desde estas páginas, con su hermano Enrique Santos Castillo, siempre impulsó la fiesta brava.

Para el fallecido director de EL TIEMPO, todos los toreros merecían respeto y un suelto en su periódico. El sabía lo que es ponerse delante de un toro y, por tanto, lo que es esa profesión; el sacrificio, el valor y la dedicación que requiere. Vio triunfar y fracasar. Conoció figuras y maletillas. Y los miró a todos con afecto y admiración.
Con Manuel Piquero Pérez, el famoso Picas , cronista taurino de este diario por muchos años, conformó una pareja que le dio resonancia a la torería nacional. Los diestros españoles que llegaban a Colombia tuvieron en ellos a un par de amigos. Sin que por ello Rehilete o Picas , dejaran de escribir con objetividad sobre sus actuaciones en los ruedos. Fueron muchas las páginas, numerosas las columnas y notas que ellos escribieron, con gracia y gran dominio del tema.
Don Hernando Santos fue una verdadera institución en la tauromaquia colombiana. Las figuras españolas, empresarios y ganaderos le reconocían sus conocimientos. Y fueron largos, famosos y divertidos los condumios en su casa. Durante sesenta años no dejó se sentarse en su barrera de sombra en la Santamaría, a la que un día llegó apenas niño y en la que estuvo hasta la pasada temporada, ya golpeado por los años, los días y noches periodísticos y las tardes taurinas.
Dominguín su gran amigo , El Cordobés, El Viti, Paco Camino, Antoñete, Palomo Linares, Antonio Ordoñez, Conchita Cintrón, Pepe Cáceres, Joselillo, Cabriel de la Casa, Teruel, Pedrín Benjumea, Ortega Cano, Joselito , Manzanares, César Rincón, supieron de su generosidad, de su afición y, sobre todo, de su amistad.
En Bogotá era punto de referencia para la afición en la plaza, que entendía cuándo lo que estaba ocurriendo en el ruedo tenía valor, según la actitud de Rehilete . Aunque a veces podía más su admiración por un torero que el arte momentáneo, y su pañuelo salía apenas el diestro se abría de capa.
Pero los toreros sabían que a él no se le podía engañar. El sí que entendía el valor de lo que hacía cada cual. En eso era imbatible. Por algo llevaba una cornada en su pierna, que mostraba con orgullo. La aprobación de una faena por parte de Rehilete era motivo de satisfacción para el torero. Y de media página en EL TIEMPO.
Tenía visión. Fue el primero en descubrir que César Rincón sería figura. Luego de verlo triunfar como novillero, niño aún, llamó a EL TIEMPO para ordenar que lo colocaran en primera página. Este va a ser un fenómeno . Y su última llamada a la redacción de EL TIEMPO fue para exigir que colocaran a dos columnas y con foto, una nota del triunfo de César Rincón en Arles (Francia). Estaba muy disgustado porque pasaron dos días de dicho triunfo y el periódico no había sacado la nota. Quiten lo que sea y metan esa noticia . La noticia salió, tiempo que en la madrugada él se iba este ruedo terrenal.
Los toros le dieron revolcones y cornadas. Pero también satisfacciones y amigos. Palomo Linares estaba en una finca el día de su muerte. No supo y no pudo venir al funeral. Pero al mes extacto tomó un avión en Madrid para asistir a la misa en la Catedral. Solo vino a eso. Así como él había ido al entierro de Dominguín. Como había dejado muchas cosas por ir a una corrida o a una tienta.
Ganaderos, empresarios, apoderados, mozos de espada, gerentes de corporaciones y toda la gente del mundo taurino, fueron a desmonterarse ante su tumba. Se había ido un torero.
En esta temporada no está de cuerpo presente. Uno de los suyos ocupa su barrera, donde mañana se le rendirá un homenaje, a la hora de la corrida, después de una misa que se oficiará en la plaza a las nueve de la mañana.
Rehilete estará batiendo su pañuelo desde un palco más alto. Nosotros le seguiremos rindiendo un eterno minuto de silencio.
L.N.O.
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