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Quetame sigue en ruinas un año después del temblor

Este pueblo del oriente de Cundinamarca está como si el terremoto hubiera ocurrido hace una semana. De las casas que quedaron inservibles, solo cuatro han sido recuperadas.

Redacción El Tiempomayo 21 de 2009, 12:00 A.M.

Al rededor de $45 mil millones serán necesarios para la reconstrucción del pueblo que el 24 de mayo de 2008 fue sacudido por el sismo de 5,7 en la escala de Richter.

El fenómeno natural dejó destrozada la iglesia, 593 casas del campo y 123 de la zona urbana. Aún hoy una buena parte de este municipio de 6.600 habitantes está en ruinas.

Lotes baldíos, escombros, lonas verdes que anuncian el inicio de alguna obra y algunas casas en reconstrucción, conforman el paisaje del pueblo, que hace un año fue el centro de atención de autoridades y medios de comunicación por ser el epicentro del sismo.

Hoy, está en el olvido.

De acuerdo con el alcalde, Mario Rojas, de las 593 casas que debieron ser demolidas en el campo y 123 en el casco urbano, ninguna ha sido reconstruida. "Solo el 70 por ciento de las casas afectadas en el campo, que no se cayeron, han sido reparadas por la Asociación de Cafeteros", afirma Rojas.

El resultado de esta situación es evidente: el municipio se ha quedado desolado porque muchos de los que se quedaron sin vivienda se han trasladado a otros municipios, y algunas familias afectadas están hacinadas en pequeñas casas o habitaciones.

Las escuelas y los colegios también están deteriorados. Del puesto de salud no queda nada y ahora funciona en la Casa de la Cultura; el único hotel, de tres pisos, ya no existe, y la iglesia tampoco. La que destruyó el sismo tenía 158 años.

"La escuela de Puente Quetame hubo que tumbarla y nosotros hicimos una de madera. El puesto de salud se está demoliendo porque vamos a hacer uno nuevo. Las escuelas de las veredas de Cobitos, Naranjales y Las Mercedes ya no están: dos de ellas funcionan en carpas de Unicef", aseguró el alcalde.

Misas al aire libre

De la iglesia y la casa cural solo quedaron las bancas, algunas imágenes y el piso. Las misas ahora deben celebrarse en carpas del Ejército, en el lote donde antes estaba el templo.

Los creyentes deben someterse tres veces por día a la lluvia o al calor, y deben traer sus propias sillas para no quedarse sin lugar.

"Parece que la única ventaja de hacer las ceremonias al aire libre es que ahora hay más espacio y la gente viene más a misa", afirma el padre Pedro Nel Cancino.

El terremoto fue el evento que inauguró su actividad como párroco del pueblo. "El día anterior al sismo estábamos arreglando la iglesia para recibir al obispo, para posesionarme. Todo este año ha sido una experiencia muy difícil, hay mucho inconformismo, se ha prometido mucho pero no se ha hecho nada", afirmó.

Sin casa y sin empleo

Por ejemplo, la casa de la familia Romero, de dos pisos, diez habitaciones, cocina, patio y hasta un local, es ahora un recuerdo. De este gran inmueble heredado por el jefe del hogar, solo queda un lote lleno de escombros.

Fernando Romero vivía con su mamá y otros tres hermanos en esta casa. Hoy, solo quedan él y una hermana en el pueblo, tratando de reconstruir con las 'uñas' un lugar donde vivir.

Ahora, no solo no tiene la casa sino que no tiene empleo. "Trabajo en lo que salga, pero mientras tanto estoy tratando de hacer una casita", dice.

El inconformismo de los habitantes es generalizado. José Artemio Sánchez, concejal del municipio, dice que en la Gobernación no hay claridad sobre los recursos destinados a Quetame. "No se ha visto respuesta por parte del Estado, vienen y los ofrecimientos son muchos pero no hacen nada", señala.

La Gobernación responde asegurando que tiene seis proyectos, pero la gente no entiende por qué después de un año todo sigue casi igual a como quedó el día en que la tierra destruyó parte del pueblo.

Según Milena Almanza, jefa de Vivienda del departamento, dos planes de reparación ya se implementaron y el resto se iniciará en junio.

"Todo el año se nos fue formulando y presentando los proyectos a las entidades nacionales y consiguiendo los recursos", aseguró.

'En salud y vías ya se hizo todo'

El general (r) del Ejército, Jorge Mora, encargado de gerenciar la reconstrucción de los municipios afectados por el terremoto, que son en total diez, dice que se han hecho todos los esfuerzos por atender las necesidades de la gente.

Según Mora, los problemas más graves son los de vivienda. "Las instituciones más afectadas están en el área urbana. En la inspección de Puente Quetame, el colegio se cayó por completo. La Gobernación ya adquirió los predios para su reconstrucción", agregó.

De acuerdo con sus declaraciones, en las áreas de salud y vías ya todo está solucionado. "En acueducto y alcantarillado ya no hay ningún inconveniente", señaló.

De igual forma, la directora de vivienda, Milena Almanza, dijo que a través de seis proyecto, tres urbanos y tres rurales, se está atendiendo el problema de las casas afectadas.

Entre las entidades que participan en esta labor están el Fondo Nacional de Regalías, la Caja de Compensación Colsubsidio, la Fundación Compartir (creada por el arquitecto Pedro Gómez), el Ministerio de Agricultura, el Banco Agrario, Planeación y el Sena.

DIEGO CASTIBLANCO

ESPECIAL PARA EL TIEMPO

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Redacción El Tiempomayo 21 de 2009, 12:00 A.M.