¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

La Corte Suprema de Justicia tiene la palabra

¿Quiénes son los magistrados y qué tanto peso tienen las críticas que les hacen?

LA CORTE SUPREMA de Justicia le están lloviendo por estos días rayos y centellas. Desde el ministro del Interior y Justicia, Carlos Holguín, que habló de la "sevicia" de algunas decisiones contra congresistas vinculados a la parapolítica, hasta el propio presidente Álvaro Uribe, que les pidió a los magistrados mayor objetividad de sus fallos y no "abrirles las puertas a las tentaciones de la inestabilidad institucional", los altos funcionarios del Gobierno les han declarado la guerra a una de las instituciones más respetadas del país.
Nunca se había visto que los más altos dignatarios del Ejecutivo la emprendieran contra los órganos de Justicia que investigan a los congresistas por el escándalo de la parapolítica. La situación es de tanta gravedad, que el ex ministro Alberto Casas ha dicho en forma reiterada que es  "la peor crisis desde el 9 de abril".
El más reciente capítulo del enfrentamiento entre el Gobierno y la Corte Suprema fue el pasado martes, cuando el Presidente compareció a las 9:00 a.m. ante la Comisión de Acusación de la Cámara para ratificar su denuncia contra el ex presidente de la Corte, César Julio Valencia, por injuria, que no tiene implicaciones penales, y retiraron el de calumnia, que sí las tiene.
El origen de la denuncia fue una entrevista de Cecilia Orozco, publicada en enero en El Espectador: el magistrado dijo que el Presidente lo había llamado el 26 de septiembre desde Nueva York para expresarle su molestia por las supuestas dádivas que el magistrado auxiliar Iván Velásquez -jefe de la comisión que investiga la parapolítica- estaría ofreciéndole a un ex paramilitar llamado 'Tasmania' para que declarara contra Mario Uribe y el propio Jefe del Estado, y que también le había manifestado su preocupación porque la Corte había llamado a indagatoria al senador, primo suyo. Uribe reconoce haber llamado a Valencia, pero niega que haya tocado el tema de su pariente. Y Valencia sostiene que uno de los propósitos de la llamada era interceder por el entonces senador.
Ante la gravedad de las acusaciones y el nivel de los  protagonistas -que descartaron la conciliación-, el asunto pasó a mayores y hoy está en manos de la Comisión de Acusación de la Cámara donde, en la accidentada audiencia del martes, Uribe, exaltado, mostró su malestar y descalificó las acciones de la defensa de Valencia, encabezada por Ramiro Bejarano: "Nunca han aportado una sola prueba que demuestre que intercedí por el senador Mario Uribe, son leguleyadas". Y en la noche, en entrevista en RCN, aseguró que si le prueban que intercedió por su primo renunciaría a la Presidencia.
El florero
El detonador del enfrentamiento entre el Presidente y la Corte fue una declaración de Uribe en junio de 2006, durante la celebración de los 120 años del alto tribunal, cuando dijo que los únicos fallos intangibles debían ser los de la Corte Constitucional.
La declaración marcó un giro en la posición presidencial frente al llamado 'choque de trenes' y el malestar que produjo en la Corte Suprema quedó expreso en una entrevista que María Isabel Rueda le hizo al entonces presidente del alto tribunal, Yesid Ramírez, quien dijo que el Presidente había faltado a su palabra de respaldar a la Corte Suprema y al Consejo de Estado en el tema de las tutelas contra sentencias, e interpretó el cambio como la respuesta al fallo favorable de la Corte Constitucional a la reelección. Indignado, Uribe llamó a  Ramírez para protestar y la llamada terminó con el presidente de la Corte tirándole el teléfono al de la República.
Desde entonces, los fallos de la Corte que afectan directa o indirectamente al Gobierno son cuestionados por este, que los considera como palos atravesados en la rueda de su gestión. Entre ellos, el tema más caliente y sensible es la investigación de la parapolítica, que el Ejecutivo interpreta no como un proceso contra los congresistas aliados con los paramilitares, sino como un intento de acorralar al Gobierno por los nexos de sus aliados en el Congreso.
Pero no es el único. La sentencia de la Sala Penal de la Corte que negaba la posibilidad de considerar como sedición -delito político- los delitos de los paramilitares, fue descalificada por el Presidente como sesgada y enemiga de la paz, y algunos funcionario del Gobierno insinuaron que era una retaliación de la Corte con el Presidente por el enfrentamiento que ha sostenido con el magistrado Yesid Ramírez. 
En resumen, el Presidente tiene casada una pelea con la Corte, concretamente con cuatro magistrados. Con Valencia Copete porque dijo que las llamadas del Presidente podrían considerarse como obstrucción a la Justicia; con Sigifredo Espinosa, entonces presidente de la Sala Penal, que respaldó a Valencia y a quien de paso Uribe le sacó en cara que había ido a Palacio a pedirle un favor personal; con Yesid Ramírez, por el cuestionamiento al cambio de posición sobre la tutela contra sentencias, y con Iván Velásquez, a quien denunció penalmente en la Fiscalía por supuestos ofrecimiento de prebendas a un desmovilizado para que declarara contra él y contra el senador Mario Uribe.
Las relaciones entre el Presidente y la Corte están rotas y el clima muy enrarecido por las recientes declaraciones del Presidente y el ministro Holguín cuestionando la imparcialidad de este tribunal. Además, la decisión del ex senador Mario Uribe de renunciar al fuero para no tener que enfrentarse a la Corte fue un mensaje en el mismo sentido.
Desde hace dos años, al menor pretexto, Corte y Presidencia se muestran los dientes. El último fue la decisión de la Sala Penal de condicionar las extradiciones de los ex jefes paramilitares a que hayan confesado sus delitos y reparado a las víctimas. El Gobierno, que considera que la decisión viola compromisos internacionales, le endilgó la responsabilidad al magistrado Yesid Ramírez, considerado por el Presidente como su más encarnizado opositor dentro del alto tribunal.
Fallos y fallas
La Corte Suprema vive un momento histórico y por eso está bajo la lupa de la opinión pública. Cualquier error que cometa desgasta su credibilidad. De ahí que episodios como los que reveló Semana en los últimos días sobre viajes y agasajos a los magistrados que fueron pagados por un misterioso personaje, Ascensio Reyes, que se mueve como Pedro por su casa en los altos círculos del poder judicial, hayan despertado todo tipo de suspicacias y dado 'papaya' para que defensores del Gobierno y detractores de la Corte enfilen baterías y tiendan un manto de duda sobre el alto tribunal.
Uno de ellos, el ex ministro Fernando Londoño, en una reciente columna publicada en El Colombiano y El País, titulada "Que la Corte explique", cuestiona ciertos comportamientos de la Corte y pide, entre otras, "que la Corte explique las amistades de algunos magistrados con Giorgio Sale (...) parte de la mafia italiana y activo militante del paramilitarismo", y advierte que "son muchos los asuntos sobre los que algunos magistrados deben explicaciones a la opinión nacional".
Los magistrados deberían saber que invitaciones, regalos, agasajos, contactos y algunas cosas más, podrían no encuadrar en lo que la propia jurisprudencia de la Corte califica como "razonables", y que respuestas como las que dio un magistrado sobre los cuestionados viajes -"No teníamos por qué ponernos en la tarea de averiguar quién corría con todos esos gastos"- son imperdonables y, además, del mismo tenor de los que han dado algunos de los congresistas que ellos han mandado a la cárcel. Razón tiene Néstor Morales en su columna de El Siglo este miércoles, cuando dice que la Corte no puede medir con una vara a los congresistas y con otra distinta -más laxa- a sus propios miembros.
En momentos en que el escándalo
de la parapolítica está en un momento de máxima ebullición, los magistrados de la Corte deben moverse como gatos entre cristales. Cualquier paso equivocado puede minar su credibilidad. No caben la ingenuidad o la falta de precaución como excusa para comportamientos que, cuando se trata de congresistas, la opinión no vacila en calificar como actos de corrupción.
Es necesario que la Corte esté libre de toda duda y que renuncie a cualquier comportamiento que pueda despertar alguna sospecha. "La situación sería otra, si esta Corte fuera como la que fue inmolada en la toma del palacio de Justicia -dice el ex fiscal Alfonso Gómez Méndez-. Recuerdo que una vez su presidente Alfonso Reyes Echandía, rechazó unas achiras que le llevaron de regalo, con el argumento de que los magistrados no debían recibir dádiva alguna, por insignificante que fuera, porque lesionaba la majestad de la Corte".
Un ejemplo de dignidad que no coincide con el panorama que pintan las denuncias sobre viajes y agasajos a magistrados, y menos aún con la costumbre de utilizar los cargos para influir en el nombramiento de amigos y familiares en las entidades oficiales. El espectáculo clientelista de esposas, novias, hijas o amigos recomendados o impuestos por magistrados de la Corte en la Procuraduría, la Fiscalía, el Consejo Superior de la Judicatura, tribunales y juzgados, no tiene presentación y menos aun en una coyuntura tan delicada como la actual en la que, frente a la crisis de legitimidad por la que atraviesa el Congreso, los magistrados deben destacarse por su estatura moral.
En momentos tan decisivos, cuando la solución de la crisis política pasa por la Justicia, sus órganos y los miembros que las componen deben actuar en forma transparente y evitar que sus actuaciones puedan ser interpretadas, como lo han sido algunas, como ligeras o sacadas de clavo con el Presidente.  De ahí la importancia de sopesar testimonios, indicios y pruebas. Que una decisión basada en indicios o testimonios frágiles no ponga en tela de juicio otras tomadas sobre la base de un acervo probatorio fuerte.
En principio, el país rodea a la Corte y no cree, como dijo el ministro Holguín, que está actuando con sevicia contra el Congreso. Frente a las innumerables propuestas para salir de la crisis -reforma política, Constituyente, anticipo de elecciones, revocatoria del Congreso, supertribunal, etc.- ninguna reúne el consenso necesario ni cuenta con instrumentos constitucionales o legales para entrar a operar en el corto plazo como la Corte que, hoy por hoy, tiene la última palabra en el escándalo de la parapolítica.
¿Quién es quién en la Sala Penal?
Julio E. Socha Salamanca
Abogado de la Universidad Libre. Llegó a la Corte después de haber sido durante más de 20 años magistrado de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá. Es considerado conservador y formalista. Su período concluye en 2015. Es de filiación liberal.
Jorge L. Quintero Milanés
Proviene del Tribunal Superior de Cartagena.  Su esposa trabaja en la Fiscalía General, al igual que un primo, el fiscal delegado Héctor Milanés Julio. Cercano al viceprocurador Carlos Gómez. Su retiro se producirá en el 2010. Es de filiación liberal.
Augusto J. Ibáñez Guzmán
Ex candidato de Cambio Radical al Senado.Procede de la academia y ha estado vinculado a las universidades Externado y Javeriana. Experto en derecho comparado, fue asesor de la Consejería de Paz. Su período vence en 2015. Es de filiación conservadora.
María del Rosario González de Lemos
Ex magistrada de los tribunales de Cali y Bogotá. Esposa de Jesús María Lemos, consejero de Estado. Elegida el mismo día que Augusto Ibáñez. Egresada de la Universidad del Cauca, la misma del magistrado Yesid Ramírez, quien fue contribuyó a su elección.
José Leonidas Bustos Martínez
Egresado de la Universidad Libre. Es el más nuevo de los magistrados, reemplazó a Mauro Solarte y su período vence en 2016. Goza de excelente reputación como académico. Es un reconocido estudioso del derecho constitucional.
Alfredo Gómez Quintero
Abogado de la Santo Tomás de Bucaramanga, llegó a la Corte en reemplazo de Carlos Gálvez. Fue magistrado de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bucaramanga.Es quien mejor maneja las audiencias públicas. De filiación conservadora.
Javier Zapata Ortiz
Llegó a la Corte desde la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín en reemplazo de Herman Galán.  Elegido vicepresidente de la Corte, llegó a la Sala sorpresivamente pues no era el favorito en esa elección en la que lo respaldó Yesid Ramírez y Luis Javier Osorio. De filiación conservadora.
Yesid Ramírez Bastidas
Caqueteño de nacimiento, criado en el Huila y reconocido caballista. Abogado de la Universidad del Cauca y bachiller de honor del Colegio Nacional de Garzón.  Considerado el más duro contradictor de Álvaro Uribe en la Corte, se destaca por su amplio conocimiento del derecho penal, del que ha escrito cerca de 10 libros. Su período vence en el segundo semestre de 2010. Se reconoce liderazgo en la Sala donde ha abanderado el tema de los derechos de las víctimas, que también abanderó durante las discusiones de la Ley 906 de 2004. Es de filiación liberal.
Sigifredo Espinosa Pérez
Procede del Tribunal Superior de Antioquia, siempre ha pertenecido a la Rama Judicial; reemplazó a Jorge Aníbal Gómez, quien se opuso a su elección. Aunque era el más uribista de la Sala, se distanció del Presidente a raíz de la acusación pública de que había ido a solicitarle un favor personal. Es promotor del magistrado Iván Velásquez, a quien lo une no solo el paisanaje sino una amistad desde sus épocas de funcionarios judiciales en Antioquia.
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO