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Destapan maniobra con buses alimentadores de TransMilenio: ahora cubren rutas de servicio colectivo

Algunos usuarios del transporte público en Bogotá se ha confundido al abordar buses con los mismos colores y características de los alimentadores, pero que en realidad no están prestando ese servicio.

Redacción El Tiempo
Para ello, los dueños de empresas como Expreso Suroriente, Empresa Vecinal de Suba, Flota Usaquén, entre otras, conformaron consorcios y establecieron contratos con TM para que sus buses fueran alimentadores.
Una vez terminados los contratos, en el 2005, las empresas comenzaron a gestionar, ante la antigua Secretaría de Tránsito (hoy de Movilidad) que los buses que ya habían quedado fuera de servicio de las rutas alimentadoras fueran autorizados para circular por rutas de servicio colectivo. Al final, los transportadores lo lograron y hoy, más de cien, están nuevamente en las calles. Es común observarlos en vías como la calle 26 y las carreras 10 y 7.
Lo insólito es que los automotores siguen conservando el color verde. Esto, a pesar de que las empresas a las que prestan el nuevo servicio usan colores muy distintos. Por ejemplo, los distintivos de la Empresa Vecinal de Suba, que ya cuenta con cerca de 22 'verdes', son el blanco y el rojo.
Simón Gaviria, representante a la Cámara por Bogotá, denuncia que "al permitir que algunos buses que prestaban el servicio de alimentadores pasen ahora a las rutas del sistema tradicional, se está abriendo un boquete jurídico para que otros empresarios, que hoy tienen negocios en el sistema masivo, exijan que una vez termine su servicio en TransMilenio, se les deje ingresar esa flota de buses".
Además, agrega Gaviria, los transportadores "han encontrando nuevas maniobras para ingresar buses, mientras que el proceso de chatarrización sigue estancado (la administración ha desintegrado menos de 270 buses en cuatro años)".
'A la ciudad se le hizo conejo'
Por su parte, Fernando Rojas, experto en temas de movilidad, sostiene que no solo es inconveniente la presencia de dichos buses sino que, además, es una maniobra ilegal.
"Los contratos del sistema TransMilenio, incluidos los de servicio de alimentación, dicen que dichos automotores tienen que salir de circulación y ser chatarrizados una vez terminados los contratos", afirma Rojas.
No obstante, la empresa TransMilenio (TM) dice que los contratos firmados con las rutas alimentadoras en el 2001 tenían una figura diferente a la de los buses rojos.
Según TM, en el primer caso se firmaron contratos de operación, mientras que para el segundo se hicieron contratos por concesión. Es decir, que no había ninguna cláusula que impidiera que los buses verdes pasaran a hacer parte de rutas corrientes.
Aun así, Rojas argumenta que "se le está haciendo conejo a la ciudad con la reglamentación del parque automotor congelado".
Alfonso Pérez, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Transportadores (Apetrans), asegura que los antiguos buses alimentadores duraron varios meses parqueados en las empresas, hasta que una resolución de la Secretaría de Tránsito les permitió volver a las calles. "Algo que no podían hacer porque son automotores muy grandes para el servicio corriente", argumenta Pérez.
Alcides Torres, presidente de la Asociación de Transportadores Urbanos (Asotur), se defiende y explica que no hay ninguna ilegalidad.
"Las tarjetas de operación de esos carros siempre han sido de transporte colectivo y no de transporte masivo. Por eso, cuando terminaron los contratos, los carros podían circular por rutas corrientes sin ningún problema", enfatiza Torres.
Un argumento que comparte Heriberto Escobar, gerente de la Empresa Vecinal de Suba. "Los automotores que iniciaron operaciones como alimentadores, en las fases I y II de TransMilenio, ya estaban matriculados para prestar servicio público colectivo", afirma Escobar.
Gaviria insiste en que detrás de la habilitación de los buses verdes hay un negocio millonario. "Esa flota no costaba un peso, pero al permitírseles operar en rutas tradicionales de inmediato cobra valor el cupo que está del orden de 30 y hasta 50 millones de pesos por bus", sostiene.
El TIEMPO intentó hablar con la Secretaría de Movilidad sobre este tema, pero no obtuvo respuesta.
Hoy, esta nueva polémica de los transportadores apenas comienza.
¿Qué son las rutas alimentadoras?
La función primordial de los buses alimentadores es integrar las zonas periféricas de la ciudad al sistema troncal de TransMilenio (TM), a través de vehículos que prestan el servicio de transporte colectivo.
Los servicios están presentes en áreas denominadas cuencas de alimentación.
Estas cuencas se encuentran en localidades como Suba, Engativá, Usaquén, Ciudad Bolívar, Rafael Uribe, Tunjuelito y Usme.
Es importante resaltar que a través de los servicios alimentadores, los pasajeros pueden accedar al sistema troncal sin costo adicional (tarifa integrada).
Diariamente, se abarcan cerca de 500 kms.
FELIPE ANTONIO CARO
REDACCIÓN BOGOTÁ
Redacción El Tiempo
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