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Derrumbes, un riesgo que cubre a 24 regiones del territorio colombiano

Informe del Agustín Codazzi dice que estos departamentos tienen zonas con amenaza de deslizamientos.

Tras la fuerte sequía que vivió el país desde mediados del 2015 hasta finales de marzo de este año, los suelos de gran parte del territorio nacional están expuestos a la primera temporada de lluvias, que se prolongará hasta mediados de junio.
Por este contraste de climas, un reciente informe del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac) advierte de la alta amenaza de derrumbes en 21’373.121 hectáreas del territorio nacional, lo que equivale al 18,7 por ciento del país –un poco menos de la quinta parte– y afecta especialmente a 24 departamentos de las regiones andina, caribe, Orinoquia y Pacífico. (Lea también: Emergencias ya dejan 17 muertos y 53 heridos en el país)
De hecho, a un mes del inicio de la primera temporada de lluvias ya se reportan 61 emergencias por deslizamientos, según datos de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastres (UNGRD).
Carlos Iván Márquez, director de la UNGRD, explicó que, tras una sequía tan fuerte como la del fenómeno del Niño, los terrenos están muy secos, lo que genera “una vulnerabilidad muy alta, porque estos se recargan muy rápidamente y eso hace que se dé más fácil la movilización de las masas”.
Márquez agregó que los incendios forestales de la última temporada de sequía también dejan un terreno abonado para que haya más amenaza ante los derrumbes.
De acuerdo con el Igac, los departamentos más críticos por el riesgo de deslizamientos están en la región andina, particularmente Antioquia, Boyacá, Caldas, Cundinamarca, Huila, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Santander y Tolima.
Del lado del Pacífico preocupan las zonas ubicadas en la vertiente oriental de la cordillera Occidental, que corresponden a Chocó, Cauca, Valle del Cauca y Nariño. Según Gestión del Riesgo, las áreas aledañas a las vías de Chocó son donde más registros de deslizamientos han ocurrido en las últimas semanas. El más grave se presentó el 23 de abril, cuando un alud sepultó varios vehículos en la carretera Tadó (Chocó) - Santa Cecilia (Risaralda).
Las emergencias se han concentrado también en el piedemonte llanero, en el sur de Norte de Santander, Arauca, Casanare y en zonas de alta pendiente en la Orinoquia. En el Meta es donde mayores emergencias, incluidas inundaciones y avalanchas, han ocurrido. (Vea Ya van cerca de 200 emergencias por lluvias.)
No obstante, la topografía del país, caracterizada por sus altas pendientes, no es la única razón para ser tan vulnerable a estas emergencias.
De acuerdo con Juan Antonio Nieto Escalante, director del Igac, “la región andina es la más montañosa de Colombia, lo cual la convierte en la más vulnerable a los derrumbes. Pero si a eso le sumamos terrenos ya afectados por cultivos y el pisoteo del ganado, que exponen el suelo, el resultado será una remoción en masa más fuerte y, por ende, una tragedia más intensa”.
De este modo, los suelos sobreutilizados, es decir, los terrenos afectados por la sobrecarga de cultivos y ganadería, que no cuentan con dicha vocación agropecuaria, se vuelven especialmente vulnerables a los deslizamientos.
En el estudio de conflictos de uso del suelo, realizado por el Igac, se evidenció que de los 21,7 millones de hectáreas de los 10 departamentos de la región andina, 8,4 millones tienen algún grado de sobreutilización. El más crítico es Caldas, que tiene el 54,4 por ciento de su área afectada por la actividad agropecuaria no controlada (404.000 hectáreas).
Germán Darío Álvarez Lucero, subdirector de agrología del Igac, explica que “el problema no solamente es que estemos en cordillera, sino que hay tres millones de hectáreas con erosión severa. Este fenómeno se presenta donde la capa fértil de la tierra se ha perdido”, agrega.
La erosión, causada por la deforestación, está estrechamente ligada a la generación de movimientos en masa y derrumbes.
Para Horacio Rivero, investigador científico en conservación de suelos y aguas con énfasis en bioingeniería, ante este tipo de desastres el país debe replantear su manera de contrarrestar el riesgo por remociones de masa.
“El 98 por ciento de los deslizamientos es causado por presencia de agua y como esta satura los suelos, hay que pensar en todos los fenómenos que pueden generar el deslizamiento”, señala el investigador, quien afirma que a través de los sistemas de drenaje se puede tener un mejor control de taludes y que no solo se debe invertir y creer que las obras civiles de concreto son solución para estos problemas.
Cómo evitar los derrumbes
Ante la situación de los suelos del país, el informe del Instituto Geográfico Agustín Codazzi sugiere varias alternativas para disminuir el riesgo de derrumbes.
El Igac recomienda, por ejemplo, incrementar los sistemas forestales y silvopastoriles en las zonas de montaña, controlar el agua de escorrentía con franjas de vegetación densa, proteger los suelos con cobertura vegetal y evitar el uso de labranza en el sentido de la pendiente.
LAURA BETANCUR ALARCÓN
Redactora de EL TIEMPO
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