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Cuando la alimentación sana llega a límites insanos

Comer saludablemente es fundamental, el problema es cuando se convierte en una obsesión sin control.

EL TIEMPO
Preocuparse por alimentarse sanamente, dormir bien y mantener un buen estado físico son unas metas muy loables, pero se vuelven peligrosas cuando se llega a los extremos. Si el sedentarismo y una dieta plagada de grasas saturadas y azúcares afecta nuestra salud, apariencia e inevitablemente nuestra autoestima, el llevar una tendencia saludable compulsiva también genera un trastorno alimenticio conocido como ortorexia.
La palabra significa ‘apetito correcto’ en griego. “Es la obsesión por la comida considerada saludable. Es un trastorno alimentario obsesivo-compulsivo, que lleva a las personas a no consumir todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo”, explica Pablo Enrique Pedraza, doctorado en endocrinología y biología molecular y en farmacología de la Universidad Complutense de Madrid, y director científico de Solgar Vitaminas Colombia.
Este trastorno alimenticio curiosamente cobra importancia en la actualidad, cuando cada vez tenemos más información acerca de los componentes nocivos de los alimentos y de los procesos de producción adecuados que estos deben tener. Y el ortoréxico se vale de esta información para excluir distintos alimentos de su dieta creyéndolos nocivos para la salud, sin hacer un balance que compense los nutrientes que deja de consumir. “Ellos excluyen las carnes, grasas, alimentos cultivados con pesticidas, herbicidas, colorantes, grasas trans, entre otros, de forma compulsiva”, explica Pedraza.
El perfil del ortoréxico
Las personas que sufren este trastorno suele compartir rasgos de personalidad similares a los pacientes que sufren de anorexia o bulimia, incluso en algunos casos, alguien que sale de la anorexia luego puede manifestar síntomas de ortorexia.
El especialista Javier Aranceta Bartrina de la Universidad de Navarra, España, es su artículo ‘Ortorexia o la obsesión por la dieta saludable’ los describe como “personas muy meticulosas, ordenadas, con exagerada necesidad de autocuidado y protección”.
En este sentido, hay personas que tienden a ser un poco más susceptibles a este tipo de trastornos. “Cuando en sus familias hay varias historias de adicción o trastornos bipolares tienden a desarrollar con mayor facilidad estas obsesiones”, asegura Pedraza.
Para un ortoréxico revisar las etiquetas de los alimentos es una necesidad, antes que disfrutarlos. Por ende, al estar tan preocupados por la comida saludable, empiezan a tener problemas para relacionarse con personas que no cumplan su mismo régimen de alimentación, y se sienten culpables al fallar en el más mínimo detalle de su dieta perfecta.
“Cuando salen a comer en grupo, se les dificulta saber qué quieren y terminan no pidiendo nada, o se ponen nerviosos mientras esperan que sirvan la comida y siempre está preguntando sobre la procedencia de los alimentos y cómo han sido preparados”, comenta Pedraza. Esto termina por aislarlos, ya que muchas veces preferirán comer en casa donde tienen todo bajo control.
Nutrición peligrosa
Es probable que por su obsesión por la comida ellos terminen por dejar de consumir grasas, harinas y azúcares necesarios para su organismo. “Pueden presentar deficiencias en la vitamina B12 o en general el complejo B, lo que puede causarles anemia, problemas de memoria, cansancio y depresión”, asegura la Nutricionista y dietista de la Universidad Javeriana, Sandra Quintero.
Entonces, ¿cómo saber si se come sanamente? Aunque la ortorexia se diagnostica por medio de pruebas psicológicas y psiquiátricas es bueno tener en cuenta que tipo de hábitos alimenticios son saludables.
“Su alimentación debe aportarle los carbohidratos, proteínas, lípidos, vitaminas y oligoelementos que necesita su organismo para funcionar”, enfatiza Pedraza. No olvide hacer las tres comidas completas, tomándose el tiempo para disfrutarlas. Darse un par de gustos de vez en cuando de dulces o harinas no debe generarle remordimientos si lo hace con moderación.
Lo que más preocupa al ortoréxico
Los tres aspectos que reflejan la obsesión de estas personas por la comida saludable son:
1. La planificación de sus comidas, a la que suelen dedicarle a diario tres horas o más.
2. La compra de los alimentos, en la que son muy meticuloso e hipercrítico al revisar cada detalle de las etiquetas.
3. La preparación de las comidas, en donde tiene en cuenta de manera excesiva las temperaturas y técnicas para evitar riesgos.
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