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Noche de caos en el tercer día del paro

Bloqueos en las troncales de la Autonorte y la Caracas impidieron un normal retorno de la gente a sus casas.

Redacción El Tiempo
En el tercer día de paro de buses tradicionales en Bogotá se vivieron momentos de caos debido a los bloqueos a TransMilenio, especialmente en el norte, donde usuarios se pararon en la autopista y generaron más de tres horas de trancón.
“Vi cómo la gente se metió al carril, había muchas personas en la estación de la 100. Llevo más de 40 minutos tratando de ir desde la 100 hasta Héroes”, comentó un usuario que a las 5 de la tarde intentaba volver del trabajo a su casa.
El bloqueo de inmediato generó demoras para los usuarios que esperaban los articulados en las estaciones de las calles 72 y 85 para ir al centro y al sur de la ciudad, pues los buses no pudieron seguir su recorrido por la parálisis de la autopista. Los afectados fueron los cientos de usuarios que toman buses para ir a las troncales Américas, Caracas y 26.
En la estación Museo Nacional, donde los usuarios hacen transferencia a rutas para el 20 de Julio (sur), la avenida de las Américas (suroccidente), la avenida el Dorado (occidente), la Carrera 7.ª y Suba, el colapso por falta de buses se prolongó de 5 de la tarde a 8 de la noche. Cerca de las 7 de la noche, la Policía logró levantar los bloqueos en el norte, pero el restablecimiento del servicio de articulados tardó un par de horas en normalizarse.
Al final del día, el balance fue agridulce, porque aunque los buses de TransMilenio y del SITP lograron movilizar a los pasajeros a lo largo del día, a pesar de la falta de buses tradicionales, en las horas pico de la mañana y de la noche, los trancones fueron de más de tres horas para la mayoría de usuarios de TransMilenio y el sistema integrado.
En la calle 72 con 11, por ejemplo, un usuario se demoró una hora esperando un bus del sistema integrado. “Han pasado como unos ocho buses, pero todos repletos”, dijo.
El lío que generó el paro
Detrás del paro del transporte público tradicional, que hoy completa cuatro días, está la crisis que afrontan unos 3.300 pequeños propietarios de buses que no han podido vincularse de manera definitiva al Sistema Integrado de Transporte Público (SITP).
La mayoría de ellos han resultado afectados por la grave crisis económica de las firmas Coobús y Egobús, las dos operadoras del SITP que tuvieron que ser intervenidas por la Superintendencia de Puertos y Transporte. Ambas compañías resultaron beneficiadas de los contratos de concesión del SITP y tenían a su cargo la operación de los buses azules y articulados de TM en Fontibón, Suba y Perdomo.
Según fuentes del sector transportador, unos 320 pequeños propietarios entregaron sus buses para que formaran parte del SITP a través de esas dos empresas. Ellos podían vincularse de dos maneras: vender su bus para que fuera chatarrizado o, dependiendo del modelo, aportarlo para que fuera ingresado al SITP como tal. En esta última opción, el propietario tenía derecho a recibir una renta mensual.
Sin embargo, por la crisis, estos esos propietarios no recibieron ni el pago por la chatarrización de su carro, ni tampoco han podido recibir la renta mensual, lo que los llevó a declararse en paro. “Coobús y Egobús les incumplieron con sus pagos”, afirman fuentes de los transportadores. Por eso le han pedido al Distrito que contribuya a salvar de la quiebra a Coobus y Egobus. La Secretaría de Movilidad ha dicho que los propietarios pueden inscribir sus buses ante la entidad para iniciar el proceso de compra y chatarrización.
Esa crisis que han tenido para vincularse al SITP es el principal punto de la agenda en los diálogos que los transportadores, agrupados en Apetrans, sostienen con el Distrito. El otro tiene que ver con la decisión de la Alcaldía de revivir el pico y placa a los buses, con el fin de darle un impulso al SITP, debido a los problemas que han tenido los buses azules por falta de pasajeros.
Redacción El Tiempo
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