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Hay uniformados en la mira por megaenvío de cocaína

Las siete toneladas que fueron incautadas salieron desde Bogotá y pasaron todos los controles.

UNIDAD INVESTIGATIVA
En una tractomula de modelo reciente y de placas TTO 556, un grupo de narcotraficantes colombianos y mexicanos se dieron el lujo de mover por medio país las siete toneladas de cocaína pura que fueron incautadas este martes en el puerto de Cartagena.
El vehículo fue cargado durante una semana en una bodega ubicada en el sur de Bogotá, en donde la cocaína se venía acopiando desde finales de diciembre. Un grupo de hombres (varios de ellos parientes entre sí) marcaron los 697 paquetes y los camuflaron entre frascos llenos de trozos de piña fresca, empapados de almíbar.
“Según les dijeron, todo estaba arreglado para que movieran por tierra el cargamento y llegaran hasta el puerto de Cartagena, en donde otro grupo los estaba esperando para montarlo en un contenedor rojo, identificado con el código TCLU 44-85736”, le aseguró a EL TIEMPO un oficial que participó en la incautación.
El siguiente paso era subir la piña y la cocaína a un barco frutero que zarpaba el jueves en la tarde hacia el puerto de Róterdam (Holanda).
Solo entonces, los encargados podrían ir a recoger los 5.000 dólares que les iban a pagar a cada uno por el trabajo realizado. La paga fue poca si se tiene en cuenta que la droga fue tasada por la Policía colombiana en cerca de 40.000 millones de pesos y, puesta en las calles de Róterdam, iba a quintuplicar su valor.
El ICE les aguó la fiesta
Hasta el domingo, el plan se estaba cumpliendo a cabalidad, pero tres investigadores de la agencia Antimafia de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) y un grupo de oficiales de la Policía les aguaron la fiesta a los narcos.
El ICE venía siguiéndole la pista al cargamento desde su salida de Bogotá, y sus agentes comprobaron cómo pasaron al menos cuatro retenes viales y tres controles aduaneros y portuarios sin chequeos ni mayores requerimientos.
De hecho, la cocaína estuvo a punto de ser embarcada, ante la resistencia de un puñado de funcionarios de abrir el contenedor sin que mediara una orden judicial. En este punto de la operación, la intervención de la Policía Antinarcóticos fue clave.
EL TIEMPO omite los nombres de los implicados en el frustrado envío de este cargamento y en otros que sí han ‘coronado’, por ser parte de una investigación binacional. No obstante, sin dar mayores detalles, el director de la Policía, general Rodolfo Palomino, dijo que, con seguridad, durante el transporte y el ingreso de la droga al puerto de Cartagena hubo “compra de muchos favores”.
“Es evidente que personal que trabaja o permanece en el puerto, incluidos uniformados, estaba enterado del narcoenvío, e incluso podrían hacer parte del mismo. Eso explicaría por qué las ‘panelas’ de droga tenían la marca de los narcos colombianos, la de los mexicanos (dueños de un 50 por ciento) y una tercera que aún no ha sido identificada”, explicó un oficial.
Y agregó que las fuentes humanas que estaban apoyando la investigación del ICE les aseguraron a los agentes antimafia que, solo este año, la misma organización criminal ha sacado por ese puerto dos cargamentos más: uno de 5 toneladas y otro de 4, que zarparon hace tres semanas hacia Europa.
Al parecer siempre usan las mismas comercializadoras, cuyos socios ya están siendo investigados.
De hecho, se quiere establecer por qué aparecieron varias cajas de la firma C.I. CLR Global Ltda., con sede en Barranquilla, al lado de la cocaína incautada.
Esa comercializadora internacional ofrece en la web desde la reserva del cupo con líneas marítimas hasta su presencia en el control antinarcóticos y de aduanas. EL TIEMPO marcó los teléfonos que aparecen en la publicidad de la firma, pero en uno nadie respondió y el otro pertenece a una dama barranquillera. También se indaga si el chofer de la tractomula en la que la droga recorrió medio país sabía lo que llevaba, si su placa fue ‘gemeleada’ y si los socios mexicanos dueños de la mitad de la droga son del Cartel de Sinaloa o de ‘Los Zetas’.
Las tres marcas de la mafia
Las ‘panelas’ con cocaína incautadas en el puerto de Cartagena venían identificadas con tres sellos: el de una moto Yamaha, el número 800 y la marca Kia.
El director de la Policía, general Rodolfo Palomino, dijo que el 800 es la misma marca que llevaba un alijo de cocaína incautado hace apenas 15 días en el puerto de Buenaventura (Valle), a la cual se le vinculó con la banda de ‘los Urabeños’. Esa organización también usa el puerto de Santa Marta para enviar cocaína a Alemania en cajas de banano. Autoridades de Alemania, Holanda y Bélgica participan en la investigación e intentan establecer y desarticular a las conexiones de los colombianos y de los mexicanos en Europa.
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