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Campesinos boyacenses le 'sacan el jugo' al intenso verano

Habitantes del Valle de Tenza aprovechan la sequía para sembrar en La Esmeralda.

Mientras en Casanare los habitantes imploran para que llegue pronto la temporada de lluvias, en Boyacá muchos campesinos aprovechan el fuerte verano para expandir sus cultivos.
Es el caso del Valle de Tenza. En esa región del departamento los labriegos desde hace más de 20 años aguardan con paciencia a que el embalse La Esmeralda se seque para poder sembrar en los terrenos que hacen parte de esa represa sus cultivos de tomate, arveja y maíz, principalmente.
Los agricultores, que provienen de diferentes municipios de las provincias de Oriente y Neira, utilizan los suelos orgánicamente ricos del embalse para ‘hacer su agosto’ y compensar de alguna forma los graves perjuicios que a nivel climático y ambiental trajo consigo la construcción de este afluente como, por ejemplo, una gran variedad de plagas.
“Decidimos sembrar acá para aprovechar el agüita que nace muy cerca de aquí, pues donde nosotros vinimos no tenemos casi líquido. Además porque este terreno es mucho más manejable, ya que es lodo, y las cosechas rinden y se producen más rápido que en un terreno normal”, señaló Pablo Romero, agricultor oriundo de Sutatenza, quien desde hace 20 años siembra en lecho del embalse ubicado en el sector de Las Juntas.
El labriego, de 37 años, indicó además que para poder cultivar allí requieren un permiso especial de la empresa AES Chivor, la cual no les cobra nada.
“Acá cada uno de los que sembramos tiene su ‘retacito marcado’ y si viene gente de otro lado ya no lo dejan, pues tiene que bajar a la empresa y pedir permiso como lo hicimos nosotros”, explicó Romero, quien afirmó que en ese sector estaban habilitadas para sembrar siete personas más.
A su turno, Rodolfo Moreno, labriego de la región, indicó que los productos cosechados son comercializados principalmente en Corabastos, en Bogotá.
“Preferimos sembrar acá por lo que no se requiere de tanto riego y la tierra es más fácil de manejar”, dijo el joven de 29 años, quien desde hace 17 siembra en predios del embalse La Esmeralda.
REDACCIÓN BOYACÁ SIETEDÍAS
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