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El hombre que cree tener el árbol más lindo de Bogotá

Édgar Sánchez sueña con ver 'buganvilias' en las principales avenidas de la capital.

11:15 de la mañana. Es miércoles. Édgar Sánchez mira su ‘buganvilia’. La ha observado todos los días desde hace 20 años. Es su orgullo.
La planta crece frente a su casa, ubicada en la carrera 38 a 27 b 36 sur, en el barrio Los Sauces, que pertenece a la localidad de Puente Aranda, en Bogotá.
"Le sacan 10 o 15 fotos diarias. La gente viene a verla. Es famosa", cuenta este bogotano de 70 años, quien llamó a medios como EL TIEMPO y la W Radio para invitar a los periodistas a conocer su bejuco.
La ‘buganvilia’ es un arbusto trepador suramericano. Tiene hojillas de colores y flores pequeñas.
Édgar convirtió la mata en un árbol, y según él, en el "árbol más lindo de Bogotá". El secreto: la poda.
"Como es un bejuco, las varas (ramas delgadas) hay que bajarlas y metérselas. Las voy acomodando y dándole forma al árbol", explica.
Relata que cuando la luz del sol se asoma, “la planta suelta el color morado y resplandece".
"Dos veces al año florece (…) Antes, 15 o 20 colibrís se acercaban a chupar el néctar, pero no han vuelto. Inclusive, tenían un nido", recuerda.
Un vecino lo interrumpe. "Está radiante esa ‘buganvilia’, Édgar. Bonita, bonita. ¿La va a podar o qué?", le pregunta. Édgar le responde con ironía: "La vamos es a tumbar". Ambos se ríen.
Édgar anota que en unos 20 días la veranera "botará la florescencia y quedará pelaa (sic.) Dirán que se murió, pero no. En un tiempo florecerá de nuevo".
Esta lección la aprendió hace 20 años, cuando una hermana suya le regaló el arbusto a su hija Tatiana. La mujer transportó la maceta desde Silvania, un municipio de Cundinamarca.
"A los 20 días pasó la florescencia. El árbol se murió y quedó pelao (sic.). Pero abrí el tallo y estaba verde, entonces cogí un pedacito y lo sembré en el antejardín, y pa' arriba", recuerda el veterano hombre.
También llega a su mente el día en que un ventarrón torció su planta. "Cómo sería de aterrador que nos tumbó el árbol. Nos tocó traer una camioneta, amarrar el árbol y que el carro lo jalara".
Otro vecino interviene. "Qué belleza", dice el hombre al mirar la mata. Y Édgar le contesta: "Yo no dejo de decir que es el mejor árbol que hay en Bogotá".
Su admiración por la 'veranera' no tiene límites. Édgar asegura que todas las mañanas habla con el bejuco. "Me levanto y lo miro. Le digo: 'Uy, hermano, como está de bonito. Oiga, usted es el mejor árbol de Bogotá'". Agrega que su planta se mantiene sana porque cada semana le echa agua a las raíces.
Édgar tiene otra planta trepadora. Le llaman ‘manto de María’. En la fachada también exhibe la planta que conocen como el 'novio’.
Por supuesto, a este bogotano le gusta la naturaleza y la defiende. "Yo peleo porque llegan a talar los árboles", dice.
Este hombre no solo sabe sobre medio ambiente. También es experto en seguridad. Durante 40 años escoltó a personalidades políticas como el presidente Alfonso López y la periodista Diana Turbay.
El 'Capi Sánchez', como le llamaban, sueña con ver ‘buganvilias’ en las principales avenidas de Bogotá. "Sería importante que en las calles de Bogotá empezáramos a sembrar la ‘buganvilia’, un arbusto de poco cuidado y crecimiento ligero. Hay que hacer una campaña para arborizar la ciudad".
En ese sentido, afirma que él motivó a otros vecinos para que tuvieran su propia 'veranera'. Narra que algunas matas "resultaron machos porque tienen pocas flores", mientras otras están descuidadas, ya que "no están podadas".
Otro de los errores verdes, según Édgar, radica en las construcciones de las jardineras ubicadas en los andenes de algunos barrios. "Hay jardineras muy grandes y son horribles. Pueden ser pequeñas. Un árbol necesita 150 centímetros de profundidad y tierra buena, abonada".
No hay duda de que este capitalino quiere popularizar su 'buganvilia'. En su opinión, la meta va por buen camino. Cuenta que hace unos días una imprenta fotografió el bejuco y le prometió que las imágenes serían publicadas en un almanaque.
MARÍA DEL PILAR CAMARGO CRUZ
REDACCIÓN ELTIEMPO.COM
@PilarCCruz
pilcam@eltiempo.com
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