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Una leyenda de la radio colombiana se despide

Cristóbal Américo Rivera, la voz de los noticieros, se despidió después de 56 años de labores.

Recuerdo que mi abuela era feliz torturándonos a la hora del almuerzo con la voz de un señor al que yo imaginaba vestido de negro, viejo, de gafas y amargado. Me daba terror cuando le escuchaba decir “alerta... atención lo acribillaron de 30 disparos” y se regaba a leer todo ese tipo de noticias manchadas de sangre.
Esa voz grave, como de ultratumba, con la que crecimos muchas generaciones y que hizo célebre a Cristóbal Américo Rivera con su sello de ‘alerta’ se retiró el pasado martes después de 56 años de estar dando ‘lora’. Pero lo que nunca imaginé fue que ese señor y esa voz, que de chico no me gustaba escuchar, fuera a convertirse en uno de mis personajes a entrevistar. Sin duda, es el ‘tubo’ (voz) más reconocido de los noticieros populares y el que más ha leído noticias criminales.
Este señor, con 78 almanaques encima, es un maestro y ejemplo para muchas voces que empiezan en este cuento. Nacido en Ibagué, de padre farmacéutico, escogió empíricamente la locución y la medicina por obligación. A los 18 años debutó en el noticiero de la ‘Voz de Bogotá’ ganándose 50 centavos. Poco a poco su ‘tubo’ y estilo único fueron pegando en los sectores populares en donde no había radiola que no lo sintonizara.
“Profesionales del volante” fue otra de sus frases célebres. Y cómo no recordarlo con el comercial del “dolor le tiene miedo a Dolorán”.
‘Chupó’, rumbeó y fumó como todo joven y las ‘nenas’ también lo persiguieron hasta que sentó cabeza con María Fabiola Rodríguez con quien contrajo nupcias y tiene tres hijos. Entre sus anécdotas recuerda que alguna vez leyó y dijo: “el occiso habló” y se le dificultaba pronunciar la palabra ‘transferencia’.
Se va de los micrófonos sin el sueño cumplido de haber llegado a la televisión. También lamenta no haber leído en las básicas de las cadenas grandes. Quería ser como Carlos Arturo Rueda. C y Otto Greiffenstein. Natación y ajedrez fueron sus pasatiempos. “Quiero morir en Ibagué y al son del bunde tolimense. Me llevaré un recuerdo inmortal de la labor que hice con mucho gusto”, dijo con la voz entrecortada en la última emisión de ayer del noticiero ‘Alerta Bogotá’.
Carlos ‘Cabeto’ González
cargon@diariomio.co
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