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Ármese contra un accidente cerebrovascular

Cada año 50 mil personas tienen un accidente cerebrovascular (ACV) en Colombia.

Redacción Carrusel
Cada 70 minutos ocurre un ACV en Bogotá, según la Asociación Colombiana de Neurología.
El ataque cerebrovascular o ACV es la segunda causa de muerte en el país por enfermedad, y actualmente 250 mil personas están discapacitadas por esta patología, según información de la Asociación Colombiana de Neurología.
Sus consecuencias son devastadoras. El neurólogo Carlos Millán, de la Fundación Santa Fe, explica que esta condición aparece cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene, causando pérdida de las capacidades: "Hay quienes no pueden hablar con fluidez -dice-, no pueden volver a mover las manos ni las piernas y muchos necesitan de alguien que los cuide por el resto de la vida".
Precisamente para crear conciencia sobre los estragos de esta enfermedad, cómo prevenirla, estar alerta a los signos de alarma y así evitar al máximo los ataques, el 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del ACV. Conozca los principales síntomas, factores de riesgo y algunos hábitos que pueden reducir la posibilidad de padecerlo.
¿Por qué se produce un ACV?
Germán Pérez, neurólogo de la Asociación Colombiana de Neurología, explica que existen dos tipos de ataques cerebrovasculares: el hemorrágico y el isquémico. "El primero ocurre cuando las arterias del cerebro se revientan, produciendo una hemorragia. Este corresponde al 15 por ciento de los casos. El isquémico es más frecuente y ocurre cuando un coágulo obstruye una arteria, privando a las neuronas del oxígeno y el azúcar que transporta la sangre". Este último produce trombosis cerebrales o embolias.
Las causas de los dos tipos de ACV tienen que ver con diferentes factores, unos modificables, otros no. Uno de los principales es la fibrilación auricular o arritmia cardíaca, que ocurre cuando los latidos del corazón son irregulares. Esta se presenta en mayor medida en quienes están entre los 65 y 70 años, por eso muchos ACV aparecen en esta población.
La edad es un factor que no puede modificarse, pero 70 de cada 100 casos se producen en hipertensos, otro importante factor de riesgo. "Si uno tiene 60 años, nada qué hacer, pero si es hipertenso y tiene sobrepeso, puede bajarlo y controlar la tensión con medicamentos", explica Germán Pérez.
Pero, además, si a la hipertensión se suman el tabaquismo y la diabetes, las probabilidades de padecer un ataque aumentan de manera alarmante.
¿Cuáles son las señales de alerta?
Los expertos recomiendan que ante cualquiera de estos síntomas, acuda inmediatamente a donde un neurólogo: Alteraciones en el movimiento de la cara. Si intenta sonreír y la cara no se mueve, es una clara señal de alerta.
No pronunciar bien palabras.
El movimiento del cuerpo no se logra con fluidez. Si al señalar un punto se le cae el brazo, si ve su equilibrio alterado o no siente algunas partes del cuerpo, ¡ojo! La pérdida de la fuerza en las extremidades es un síntoma de este problema.
Perder campos visuales. Descubrir que hay un pedazo de lo que se supone debe ver al frente como si estuviera cubierto con una tela negra. 
En menor proporción, dolores de cabeza, que pueden ser muy agudos y que las personas suelen describirlo como "el peor de la vida".
¿Qué hacer para prevenirlo?
Puede evitarse un ACV y disminuir los factores de riesgo expuestos teniendo hábitos saludables. En primer lugar, si fuma, déjelo. "Está demostrado que el cigarrillo es una causa que por sí sola genera riesgo de ataque", dice el neurólogo Carlos Millán.
En segundo lugar, si es hipertenso o diabético no deje de cuidarse y hágase chequeos regulares. Y, por otro lado, si sufre de obesidad y su LDL o colesterol malo está elevado, haga ejercicio mínimo 30 minutos diarios tres veces a la semana, para bajar de peso y controlar ese LDL alto.
Concluye el neurólogo Pérez que "la ACV no es como todo el mundo cree, una especie de maldición. Con cuidados y chequeos regulares pueden disminuirse sus impactos en la salud".
REDACCIÓN CARRUSEL
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