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Colegas y amigos de Bernardo Hoyos lo recuerdan por sus capacidades

Rogelio Delgado, de la emisora HJUT, lamentó la muerte del periodista cultural.

"Exactamente hoy hace 20 días, Bernardo venía con fiebres y problemitas de debilidad. No se sentía bien, lo llevaron a la Clínica del Country y detectaron que tenía una bacteria en los riñones y eso se le complicó con los pulmones”, dijo Rogelio Delgado, director del programa ‘Colombia en su música’, de la emisora de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, HJUT, que dirigió Bernardo Hoyos.
Explicó que el problema lo mantuvo desde el comienzo en cuidados intensivos, “no salió de ahí. Pero el lunes pasado lo desintubaron porque iba por muy buen camino, según le dijeron los médicos e incluso le dijeron que hoy le daban habitación, pero esta mañana se agravó, le dio un paro respiratorio, lo salvaron y esta tarde le dio otro del que ya no salió".
Según Delgado, que señaló que este viernes se daría una misa en el Gimnasio Moderno por Bernardo Hoyos, confesó que su muerte es “un duelo espantoso, porque él fue nuestro guía y nuestro maestro de la emisora. Nos dejó como legado el amor y el respeto por la cultura en todo nivel. Daba a conocer todo lo que él sabía, como un verdadero maestro, compartía todo lo que sabía con la gente en la calle, lo abrazaban personas que no lo conocían y él les enseñaba cosas, les respondía preguntas, tal como un maestro griego, dándole cariño a la cultura, sobre todo, en la difusión de la música y la radio cultural fue un maestro de maestros”.
Rogelio Delgado lo consideraba un amigo de pintores y escritores que le ayudó a mucha gente a salir adelante. “Fue un verdadero amigo de los artistas colombianos”, agregó.
Contó además que trabajaron juntos durante 27 años y que fue su mano derecha en asuntos de radio y televisión. “Él fue mi maestría en comunicaciones y lo quise como un verdadero padre. Por eso tanto dolor y este duelo tan grande”.
Para Rogelio Delgado, los 9 años que Bernardo Hoyos trabajó en la BBC, en el servicio latinoamericano, le dieron esa forma pausada y alegre de hacer las entrevistas.
“Luego se fue a Caracol, en los años 60 y trabajó ahí con Darío Arizmendi, cuando Arizmendi fue nombrado director del servicio informativo, en 6am 9am. Él y Antonio Panesso fueron los guías culturales de todo ese entorno. Luego de una larga trayectoria, en el 99 se fue como director a la HJUT", agregó un amigo fiel del periodista que hoy ya no está pero que dejó un recuerdo inmenso entre quienes lo conocieron y un legado imborrable para la cultura en Colombia.
Otras voces
A la voz de Rogelio Delgado se unieron otras. Conocida la noticia de su muerte, amigos de Bernardo Hoyos le expresaron a este medio su importancia para la cultura colombiana y la calidad humana que lo envolvía.
En conversación con EL TIEMPO, Miguel Camacho, periodista cultural y excompañero de trabajo de Hoyos, dijo que su amigo "toda la vida fue una persona discreta y hace tres días me enteré que entró a cuidados intensivos".
En el momento de su muerte, lo acompañaban su esposa, Constanza, y su hijo, Juan Sebastián, según la versión de Camacho.
"Recuerdo de él su elegancia y su risa, franca y amistosa. Él nos enseñó a hacer radio, pues se había formado en la BBC de Londres", agregó.
También cuenta que entre los últimos proyectos de Bernardo Hoyos estaba el de construir una especie de historia de la radio cultural, hablando con quienes la han hecho de diferentes formas.
El periodista Juan Carlos Garay, crítico musical de Revista Semana y programador radial durante más de 15 años, y quien fue uno de los más destacados discípulos de Hoyos, lo recuerda especialmente porque “lo más admirable de él era su memoria, que supo enfocar muy bien hacia los temas exclusivamente culturales”.
Garay recuerda que su último encuentro con Hoyos se dio este año, cuando le presentó un libro de jazz en Bogotá, del que fue coautor. El episodio rememora tal cual era el espíritu investigador y curioso del siempre ávido periodista cultural: “Se puso muy contento. En este oficio en el que uno vive recibiendo información, él recibía todo genuinamente contento y se la gozaba, todo lo miraba con su lupa. Estuvimos hablando como una hora. Él escuchaba mucho, siempre. Y a los dos días, ya tenía el libro leído y le hizo un especial en la radio”.
Por su parte, José Daniel Ramírez, de la HJUT, emisora radial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, de la que Bernardo Hoyos fue director, cuenta que lo conoció hace 35 años “y en los últimos 25 trabajé con él, era un ser maravilloso. Le aprendí el 99 por ciento de periodismo que sé, por él me fui a estudiar música al extranjero".
El poeta Federico Díaz Granados afirmó que "con la pérdida de Bernardo Hoyos, se va uno de los grandes pilares del país, uno de los grandes humanistas, uno de los hombres de radio que ayudaron a que los colombianos tuvieran la cultura al alcance de la mano, de una manera sencilla y de una manera amable”.
Díaz considera su labor al frente de la HJUT y de los programas de cine que hizo durante tantos años con Caracol, entre tantas otras cosas, como “una invaluable huella en la memoria de todos los amigos y de todas las personas de la cultura”.
Por su parte, Hilda Strauss, periodista radial, cuenta que lo conoció hace unos 60 años, “era el ser más caballeroso y educado que he conocido, un verdadero aristócrata del alma. Era difícil conocer a persona alguna que tuviese una cultura y educación similar”.
Strauss narra que en Londres fue testigo de su trabajo en la BBC. Y con esta frase, Strauss recogió el nivel profesional de Bernardo Hoyos: “Era un monstruo de la radio”.
Hoyos también es recordado como un hombre de humor fino y negro, que no le importaba reírse de sí mismo.
REDACCIÓN CULTURA Y ELTIEMPO.COM
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